¿Luis de Aragua se abraza con Luis de Aragua?

Luis de Aragua reaparece en la Maestranza de Maracay

Pocas veces un torero se ha preparado para un regreso a los toros como lo ha hecho Luis de Aragua, para reaparecer en su Maracay. Viajó a México, se internó en el campo bravo azteca, se acercó a la experiencia del maestro Eloy Cavazos y revive aquellos primeros pasos que diera en Madrid, exactamente en General Mola, para aquella su actuación histórica en Las Ventas. Entre un punto y otro, media toda una vida en el itinerario del torero. También late un mismo corazón.
¿Vendrá Luis de Aragua a Maracay a abrazarse con su propio yo, o como calificaron a Belmonte en su regreso, habrá Luis viajado a las ruinas de Luis de Aragua?
Lo de esta tarde para Luis no es fácil, como fáciles jamás fueron para él los compromisos que vivió como profesional y, sin embargo, muchas veces salió adelante. Fácil no fue aquella tarde con Macandro, tampoco la de su alternativa en Granada con Curro Girón. El maestro se iba, dejaba a sus espaldas el glorioso pasado de la misión cumplida por una figura del toreo, Luis llegaba, y debía cubrir por delante el reto del compromiso.
Atrás, mucho antes de Granada y de la lujosa alternativa habían quedado las anécdotas. Aquella del bautismo con el nombre de Aragua en sustitución en los carteles del apellido Güin. Imaginación de Carlos Eduardo Misle a la hora de hacer el cartel del festival de Coro para la inauguración de la Plaza de Toros Hermanos Girón, o aquellos momentos de inspiración en os que Emilio Miranda cimentó el lanzamiento del torero desde España para América, o el rescate que propuso Juan Bienvenida de América, para devolverlo a España.
Hoy todo es diferente. En el otoño de su carrera, Luis de Aragua, comparte cartel con dos jóvenes que viven la ilusión de su propia primavera