miércoles, 13 de octubre de 2010

HOMENAJE DE MÉXICO A PACO CAMINO



Jardinero de San Mateo
ESTO, Ciudad de México


Mientras se celebra en España la última Feria del año, en Zaragoza, que rompió con una soberbia obra de arte de manos de Manuel de Jesús “El Cid”, a un buen toro de Salvador Domecq, seguida de un espléndido tercio de banderillas de “El Fandi”, en México se anuncian los elencos de las plazas principales, México y Guadalajara. En próximos lunes comentaremos lo presentado por las dos empresas, toreros y ganaderías. Para ambas plazas se anunciaron carteles, aquí, Zotoluco, Ponce y “El Payo” con reses de San José y el 31 de octubre destaca el cartel en la Perla Tapatía con Zotoluco, Castella y la muy merecida alternativa de Arturo Saldivar. Ciertamente no pintan mal estos carteles.
Adicionalmente, en la capital, se mencionó un homenaje a Paco Camino, en el mes de febrero por sus 50 años de alternativa. Nada más justo. Con Cagancho, Chicuelo y Manolete, creo, es el diestro de Camas, el que más ha calado en la fiesta mexicana del siglo XX.
Como para muchos neófitos en esta fiesta el nombre de Paco Camino les significa sólo videos y placas conmemorativas porque su época de triunfo en los 60´s y 70´s está muy lejos de su memoria, reseñaré por hoy, algunos rasgos fundamentales de la carrera taurina del maestro de Camas hasta su alternativa que ocurre en Valencia el 17 de abril de 1960 con un encierro de Urquijo, cediéndole los trastos Jaime Ostos y como silencioso testigo Juan García “Mondeño”. El toro de la ceremonia se llamaba “Mandarín” y a este y al sexto de la tarde, Camino les cortó una oreja a cada uno, saliendo en hombros.
De Camas tenía que ser, como Curro Romero, un pequeño poblado en las goteras de Sevilla donde los toros estaban en la sangre de sus habitantes y se despachaban reses en el rastro y en la plaza de “La Pañoleta” que ya no existe. El niño bebió los toros en su propia casa y a los 9 años estuvo frente a una becerra, a los 12 mató a otra y a los 16 se enfrentó a un toro de más de 500 kgs. Se inició en capeas y tentaderos por el rumbo de Badajoz y Huelva, escapóse de la escuela, trabajó en una panadería, pero bien pronto encontró su vocación. Dícese que estuvo de sobresaliente de un rejoneador que después de rejones, se lo dejaba para torear y matar. Los primeros consejos se los dio su padre, quien intentó ser torero y perteneció a su cuadrilla mientras Paco fue novillero. Descubierto por Morenito de Camas, dice Joaquín Bernadó que a los 16 años, estando en un tentadero, el ganadero Baldomero Sánchez le pidió que bajara al ruedo y Paco sin más ni más, cogió la muleta y estuvo fenomenal. A los 17 años, como todo maletilla saltó la cerca de la ganadería “Zahariche” y se plantó ante un toro y luego de un regaño, la Guardia Civil lo liberó porque con un miura, el chaval toreaba muy bien. Le cayeron las primeras monedas en su capote y es Gitanillo de Triana quien le apoya para que se presente en Zaragoza sin picadores, donde ya se había presentado su compadre y compañero de armas, Diego Puerta. La reseña de prensa dice que tenía “gracia, arte y suavidad para mover los brazos y que cargaba bien en todas sus intervenciones”. Él nos dice que de las suertes del toreo le gustaba más torear con la muleta y al natural y que el torero que más admiraba era a Antonio Ordoñez. A los 18 años obtiene triunfos clamorosos en la capital de Aragón y debuta con caballos. “El Ruedo” lo llama “Niño Torero”. Va afinando su toreo alternando con “Mondeño” y José María Clavel. En el año de 1959, después de un entrenamiento en las ganaderías de Tassara y Guardiola, Don Pedro Balañá, empresario de Barcelona, lo invita a su plaza y en su presentación se comenta: “Camino sabe hacer el toreo con finura y elegancia…..Con el capote se preocupa de embarcar a los bichos, llevándolos muy toreados, pasárselo cerca y despedirlos con naturalidad”. El cartel decía “Ha surgido una nueva figura” y él inició su faena de muleta con las zapatillas dentro de la montera. El hábil empresario le propuso una exclusiva pero Camino la declinó. Siguió logrando triunfos hasta presentarse en Sevilla. Allí se dijo que había sentado plaza de torero de clase y de emoción. Alternó con Rafael de Paula en Jerez y volvió a Barcelona donde tuvo un enorme éxito con “Tumbaito”, al que mató recibiendo. De allí nace su fama con el acero, infalible en la suerte suprema. También aquí surge la indeclinable fe catalana por el maestro. (82 tardes en Barcelona) Mientras Camino iba a su primera novillada en Francia, firmó su compromiso con Manuel Martínez Elizondo, era la casa Chopera una de las más prestigiadas en España y esto le aseguró un buen número de novilladas bien pagadas antes de su alternativa. Pese a tener un acuerdo con la empresa de Madrid, Camino no pisó el ruedo de Las Ventas como novillero. (Luego lo haría 52 veces como matador). Dice Carlos Abella, su biógrafo principal, que estaba puesto para la alternativa y la logró en la corrida de la prensa en Valencia. Continuará el próximo lunes.

Colaboración No. 50 publicado en el periódico ESTO y en su página de internet en la columna “Así es la fiesta brava”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario