lunes, 28 de junio de 2010

Silveti Encandila Barcelona:

El torero Mexicano saluda dos fuertes ovaciones después de perder la puerta grande por la espada.






Novillos de Yerbabuena. Prop. del maestro José Ortega Cano, bien presentados, nobles, con mucha clase y poca fuerza.
FICHA DEL FESTEJO.
Thomas Duffau ( al tercio y vuelta)
Juan del Álamo ( oreja y silencio)
Diego Silveti (al tercio y al tercio)

El novillero Diego Silveti ha hecho lo mas importante de la novillada esta tarde en Barcelona, aunque JUAN DEL ÁLAMO, se lleva el título de triunfador, al cortar la única oreja del festejo..
DIEGO SILVETI, que reaparecía con los puntos frescos de la cornada sufrida hace ocho días en Sevilla ha toreado a placer a sus dos novillos.
Al primero lo veroniqueó con gusto. Quite emocionante por gaoneras.
Con la muleta, Inicio por estatuarios que levantaron clamor. Siguió por derechazos profundos y naturales templados. La música se hizo sonar y mato de media en buen sitio. El toro tardó en echarse y se enfrió el publico, por lo que perdió la oreja que tenía ganada.
Salió al tercio para recibir la ovación.
En el segundo, un toro de gran nobleza, el mexicano toreo con gusto y personalidad. Verónicas despaciosas, quite por saltilleras muy ceñido. Toreo de calidad por la mano derecha. Destacó un cambiado de mano muy lento. Siguió por naturales despaciosos, mientras sonaba la música, que sólo se oyó en sus toros. Cerró con bernardinas para matar de pinchazo y estocada, donde el toro vuelve a tardar en caer y pierde la puerta grande. Lo ovacionaron nuevamente en el tercio.
El francés Thomas Duffau, sorteó en primer lugar, un toro de poca fuerza pero con calidad. Lo toreó muy bien por ambos pitones mato de estocada y saludó en el tercio.
En el segundo, que estaba cogido con alfileres, el novillero se acopló al toro y ligo tandas buenas. Mató de estocada, pero el novillo se tardó en echar y dio la vuelta al ruedo.
Juan Del Álamo, resultó el triunfador del festejo. Con su primero lo veroniqueó muy bien, quite por chicuelinas. Trasteo por ambos pitones con temple y firmeza. Mata de pinchazo y gran estocada y corta la oreja.
En el quinto el de menos potable del festejo, nada pudo hacer y se retiró en silencio.

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