EL SUR DE CATALIUÑA Y DE FRANCIA
CONTRAROS AL NACIONALISMO FANATICO
MARÍA JESÚS CAÑIZARES | BARCELONA
Filosofía frente a territorio. El mundo ideal frente a al mundo real. Ambas dualidades planearon ayer en la segunda jornada de comparecencias celebradas en el Parlamento catalán, donde ganaderos de las tierras del Ebro y representantes del sur de Francia abogaron por la continuidad de las corridas de toros, mientras que filósofos y catedráticos contrarios a la Fiesta hablaron de ética y estética, y reprocharon el «negacionismo del mal» que, a su juicio, practican los defensores de los toros, en velada alusión al holocausto judío.
Quien así habló fue el filósofo y catedrático de Ética Norbert Bilbeny contrario a «abusar de la superioridad humana sobre los animales» porque «ya hay suficiente mal en el mundo». Afirmó que el respeto a los animales «pone a prueba el trato de la humanidad a sí misma».
En un lenguaje mucho más terrenal habló el ganadero Pedro Fumadó. Terrenal y cercano a la realidad de la tauromaquia, que es precisamente el empeño que han demostrados los expertos protaurinos: aproximar a los diputados de la Comisión de Medio Ambiente del Parlamento catalán el día a día de un mundo del que en ocasiones se opina sin excesivo conocimiento de causa. Esta esta es la visión de Fumadó, que acusó a aquellos que abominan de la Fiesta de pretender crear un «jardín vegetariano para defender el nacionalismo fanático».
Por su parte, el presidente de la Agrupación de Peñas y Comisiones de Toros de las Tierras del Ebro, Miquel Ferré, se definió a sí mismo como «gente de pueblo, orgullosa de reconocer el sentimiento de nuestros antepasados y sus tradiciones».
Hervé Schiavetti, alcalde de Arlés (Francia), relató en voz alta los beneficios de una Fiesta que sus detractores, a vueltas con el «imperativo ético universal», pretenden silenciar. «La corrida y la tauromaquia han dado a conocer otras manifestaciones del arte, como pintura, literatura... Gracias a las corridas podemos conservar nuestras reservas de la biosfera protegidas por la Unesco, de lo contrario en esas zonas habría agricultura intensiva», dijo el presidente de la Unión de las Villas Taurinas de Francia.
Mucho más elevado, su compatriota Christian Bourquin, presidente del Consejo General de los Pirineos Orientales, apeló a los valores universales «libertad, igualdad y fraternidad» para defender una tradición común a toda la cuenca mediterránea.
Malestar en ERC
Y si el miércoles, los abolicionistas plantaban la semilla de la discordia al comparar las corridas con las ablaciones de clítoris o el maltrato a la mujer, ayer eran ellos los que ponían el grito en el cielo ante el filósofo y profesor de la Universidad de la Sorbona (París) Francis Wolf, para quien «el toro vive para morir luchando» y aseguró que «un soldado herido tiene más incentivos para luchar».
La diputada de ERC, Patricia Gomà, tildó de «provocador» a Wolf. Le dio la réplica la representante del PP, Eva García, para defender las palabras del filósofo y apelar al perfil comunista de Schiavetti, a quien instó a enseñar a sus compañeros de filas catalanes un poco de respeto hacia las posturas taurinas.
Otro animalista, el profesor de Filosofía del Derecho de la Universidad Autónoma de Madrid, Pablo de Lora, habló de libertad, pero para defender ciertas restricciones, tal como se haría con quienes hacen grafitis en el acueducto de Segovia o pintan un mostacho a la Gioconda. «Aunque haya prioridades no se pueden obstaculizar otras causas pues, entonces no se habría abolido la esclavitud. No se puede dejar de perseguir a un ladrón porque violadores y asesinos anden sueltos», dijo.
Y mientras el veterinario y vicepresidente de la Asociación de Veterinarios Abolicionistas de la Tauromaquia, José Enrique Zaldívar, pormenorizaba los tormentos físicos y psíquicos que, a su juicio, sufre el toro -«si alguien es capaz de demostrar lo contrario, yo devuelvo mi título», afirmó-, el catedrático Francisco Javier de Lucas manifestaba que al igual que las corridas, «la guerra también es tradición y no por eso buena». Cerró la sesión Leonardo Anselmi, portavoz de la Plataforma Prou, impulsora de las 180.000 firmas que hicieron posible tramitar una Iniciativa Legislativa Popular que «es un acto de democracia».
Las comparecencias se reanudarán el día 17 con los toreros Serafín Marín y Luis Francisco Esplá, y el empresario Pedro Balañà, entre otros expertos.
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