sábado, 29 de agosto de 2009

Doce toreros venezolanos hacen el paseíllo
LA FERIA DE TOVAR APUESTA AL TALENTO VENEZOLANO




Espectaculares condiciones las que atesora como rejoneador Francisco Javier Rodríguez, quien hace su debut en Tovar. Foto: Alexander Hernández



Rubén Dario Villafraz


Pocas veces, empresa taurina alguna ha apostado con tanta franqueza y variedad a una feria de primer nivel como lo es la que año tras año se lleva a cabo en honor a la Virgen de Regla, en la ciudad de Tovar. Este año, el novel ente que lleva por nombre Campo Pequeño, que reúne todo el bagaje de los Hermanos Rodríguez Jáuregui, hace del abono tovareño el más amplio repertorio y vitrina de la torería venezolana. Entiéndase, toreros y toros, en su amplia extensión.
Seis novilleros y un aspirante a rejoneador; tres matadores y dos rejoneadores. Cifras record para un abono de corto metraje, donde en tres corridas y una novillada se da el lujo de presentar doce conceptos del torero «Made In Venezuela».

LA NOVILLADA ABRE EL ABANICO…

El debut de la ganadería Campo Pequeño se reúne con la actuación de seis novilleros y un joven aspirante a rejoneador, en el listado se anuncia la presencia del veterano espada caraqueño Ángel Alberto, Jonathan Guillen, Juan Carlos Gómez, Manolo Vanegas, Tomas Martínez, Ángel Miguel Guía y el aspirante a rejoneador Willie Agostini.
Se da el caso que la toma de antigüedad del hierro merideño a lidiar, asentado en el poblado de Apartaderos, de así mismo el estreno con picadores del novillero caraqueño Ángel Miguel Guía, lo que amplifica el hecho de ser Tovar epicentro del arranque de promisorias trayectorias.

VANEGAS, GUILLÉN Y ORELLANA A MANTENER EL LISTÓN ALTO

Son los matadores de toros encargados de representar, a pie, y en festejo mayor, el tricolor patrio. Los tres vienen embalados de campañas de interés a lo largo del 2009.
Así tenemos que por ejemplo “El Torero de Seboruco” haya puntuado en el fuerte que implica su temporada particular, como lo son las plazas de la provincia, esas mismas que conoce a plenitud, sabe darles lo que quieren, y les saca provecho de ello. Ferias como Tovar, Táriba, La Grita o su propio terruño natal, son fechas fijas en su calendario.
Orellana por su lado ha sumado una campaña irregular, la cual buscará el impulso de su cita natal para colocar en vereda. Su paso en los últimos meses por suelo peruano le ha mantenido activo, y esperemos que esa actividad le haga llegar en plenitud de forma para enfrentar la “lupa” quienes han apostado por las inocultables condiciones de un torero llamado hacer mayores cosas y dejar huella en su paso por esta bella pero complicada profesión.
Cierra este apartado el emeritense Alexander Guillén, para quien el 2008 fue su año de irrupción. Su alternativa en la Feria del Sol, sería paso para luego meses después en Valencia dar el más claro campanazo de atención, una actuación que puso de acuerdos a todos sobre su envidiable porte y maneras, todas a pulir como un diamante en bruto. En abril pasado, debutando en Tovar, le gana la partida a Orellana en “su” plaza, saliendo en hombros tras despachar un desigual encierro de La Cruz de Hierro, por lo que su primera Feria de Tovar en plan de torero, bien le vale la pena apostar por él. En lo personal lo hago, porque cualidades de sobra tiene, solo con el elementote la espada, como materia pendiente, tal y como nuevamente le dejo sin trofeos la pasada semana en Táriba, donde hizo lo más meritorio de un anodino festejo.

JOSÉ LUIS Y FRANCISCO JAVIER, EN PLENA DISPUTA

Algo que si ha demostrado la gestión de las empresas que llevan el sello de los Rodríguez Jáuregui es la apuesta desmedida por el arte del rejoneo. No es para menos, son su pasión, su modo de vida, y ha ello el que apuesten al engrandecimiento de un espectáculo que tuvo como iniciador a Javier Rodríguez, gran “Centauro de Ejido” en los ruedos nacionales; ha contado con alumnos de privilegio como José Luis y Rafa Rodríguez, y ve la prolongación de la saga en las bridas de Francisco Javier y Willie Molina Agostini.
José Luis tras su formal reaparición en la Feria de Valencia del año pasado ha sumado enteros a lo que es su toreo como tal. En la cita carabobeña dejo sentado y despejada cualquier duda; lo ratificó en Mérida, con dispar suerte; subió nivel en Tovar en abril pasado, y se espera que tras una campaña marcada por la calidad y no la cantidad, así como la internacionalización de su nombre en Tovar, donde hace las veces de empresario-torero-ganadero, el éxito en cada uno de sus renglones le de la satisfacción por la que ha dedicado gran parte de su vida.
Francisco Javier se vale de la escuela de su padre, Javier, para conquistar al público. Ya lo ha demostrado en la Feria del Sol, donde nunca ha pasado desapercibido, y el hecho de marcar su debut en esta plaza, hace mucho más especial su presencia en el abono tovareño.
Queda la incógnita lo que nos depare el más novel de la lista de rejoneadores de la familia, en este caso, con el joven Willie Molina Agostini, primo materno de José Luis Rodríguez, a quien le han formado desde la base misma del trabajo diario en la cuadra de quien es su mayor referencia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario