domingo, 19 de enero de 2020

COLOMBIA Y SUS TOREROS, Y NUESTRO RECUERDO DE PEPE CÁCERES Por Víctor José López EL Vito.

PEPE CÁCERES, ADMIRADO POR HEMINGWAY Y RIVAL DE ANTONIO ORDÓÑEZ

Sin embargo, el gran torero de Colombia fue Pepe Cáceres –José Eslava Cáceres. Llegó a tener en Venezuela mucho cartel, muchos admiradores y entre varias organizaciones una peña muy importante, que aún existe en San Sebastián de los Reyes, en el estado Aragua, cuna de grandess toreros venezolanos. Una peña que competía con las agrupciones que le rendían homenaje a los hermanos Girón, César y Curro, toreros que vivían sus mejores días.
La rivalidad entre Curro Girón y Pepe Cáceres se dirimió en Maracay, y con César Girón en Caracas, donde el mano a mano de la Corrida de la Prensa de 1964 fue inolvidable. Fetejo celebrado bajo un torrencial aguacero que no fue capaz de ahuyentar al público, que llenó hasta las banderas la plaza de toros del Nuevo Circo de Caracas.
Cáceres, fue el primer Maestro del toreo colombiano deconocido interncionalmente, convertido en ñidolo en Venezuela por sus seguidores. Fue el del Tolima la gran figura en Sudamérica, antes de la desbordante presencia de César Rincón, respuesta a la época de expansión del toreo en Colombia cuando las empresas españolas que manejaron las ferias neogranadinas llevaban a la temporada a los ases del toreo ibérico como fueron Luis Miguel Dominguín y Antonio Ordóñez, Paco Camino y Diego Puerta, El Cordobés y Palomo Linares… En fin, era Cáceres el torero más importante de Colombia, contaba con el respaldo de la entrega llena de la pasión de la competencia por los públicos de su tierra con Joselillo de Colombia.


Murió Cáceres en agosto de 1987, como consecuencia de la cornada por un toro de San Esteban de Ovejas en Sogamoso. La cornada la sufrió Cáceres el 20 de junio, luego de una dolorosa y terrible convalecencia. Cuatro años antes del estallido en el firmamento estelar de César Rincón en Madrid.
Han sido muchos los buenos matadores de toros que han dado la cara por la fiesta en el país más taurino de Susamérica, Colombia. Toreros como Vázquez II, el primer novillero colombiano en viajar a España con un contrato de 20 novilladas y el respaldo de la Casa Camará. Oscar Cruz que prometía ser un figurón del toreo por su presencia, concepto del arte y técnica, mas su disposición le decantó por el mundo de la farándula donde se destacó como representante y apoderado del Ballet de María Rosa; el torero de Palmira. Buen torero Enrique Trujillo, que vivió en Venezuela, un artista de los que destacaban su clase y su finura. El Puno, a quien Diego Martínez, destacado taurino español le llevó a España ilusionando a la afición. No “reventó” en el torero que de él se esperaba, pero se le recuerda como un buen torero. De Pedro Domingo, promesa como espada y taurino de altos kilates dicen que fue el descubridor de César Rincón. Torero de familia pudiente hizo carrera universitaria en los Estados Unidos y decantó su afición por los toros por la dirigencia sindical. Desarrolló una Ley Taurina cuya esencia era darle sentido nacionalista a la fiesta. El presidente Pastrana Borrero, afortunadamente, no la sancionó. Es posible que su hijo Andrés, más tarde Presidente de Colombia, pudo haber influido para que no se aprobara aquella locura de Pedro Domingo. Andrés Pastrana, hijo del presidente que luego sería brillante Alcalde de Colombia y un gran presidente del hermanos país, es un muy buen aficionado, aficionado práctico muy amigo de Palomo Linares y de los hermanos Lozano. Compartimos en Aranjuez varios tentaderos en la ganadería de Sebastián (Palomo). Habla bien de toros e imagino habrá hablado con el doctor Pastrana Borrero para evitar la nacionalizaciín de la fiesta de los toros neogranadina.

CACERES, DICTADOR EN LA SANTAMARÍA DE BOGOTÁ
Pedro Domingo fue fundador de la Empresa Escol, en sociedad con los hermanos Eduardo y José Luis Lozano. Como escritor escribió una “biografía no autorizada” de César Rincón donde cuenta cosas terribles del maestro. Es posible que haya sido la tinta del rencor la que dibujara el trazo de lo escrito.
Hernán Alonso, considerado como una figura del toreo desde su rango de novillero, llegó a mandar en la fiesta colombiana donde le consideraban “el mejor novillero de todos los tiempos”. Manolo Chopera se entusiasmó con Alonso, le apoderó en España, y a su regresó a Colombia lo recibieron como a un ídolo. Tarde a tarde fue mermando la ilusión sembrada, porque el triunfo convincente nunca llegó. Sus ideas políticas lo convirtieron en el líder natural de la Unión de Toreros de Colombia, donde su primer objetivo era el sacar de los carteles de Colombia a los toreros extranjeros.
Jaime González, El Puno, fue torero de mucha presencia en Venezuela desde sus días de novillero. En España le apoderó Diego Martínez. Le conocí a El Puno en Bogotá, una mañana que nos invitó Martínez a que acompañáramos al Parque Nacional, cerca de donde le entregaría las llaves de una bella mansión a su madre., casa comprada con los dineros logrados en sus tgriunfos como torero de cartel en España Una casa adquirida con el dinero producto de sus éxitos taurinos en España. Le vi muchas tardes en España, una inolvidable en Bilbao, con toros de Miura; pero fue un Festival a beneficio de las guarderías infantiles, en el que sustituyó a Diego Puerta, el que lanzó al estrellato. Festival que reunió a Litri, Gregorio Sánchez, Andrés Vázquez, Paco Camino y Curro Vázquez, en el que Jaime González, “El Puno”, fue el máximo triunfador luego de cortarle las orejas a su novillo. El festival fue televisado a toda España. Un tacazo de Diego Martínez. Un triunfo tan importante que trascendió con la firma de 50 corridas de toros, incluyendo la confirmación en Madrid el 19 de mayo en la Feria de San Isidro con El Viti y Dámaso González y todos de Baltasar Ibán.
El bogotano Germán Ureña reunió las esperanzas de los colombianos apostando por su futuro. Melanio Murillo, su mentor, lo trajo varias temporadas a Venezuela donde ganó mucho cartel. Cartel que tuvo en España y en México, donde vive desde hace años y goza de la estimación y respeto como profesional de todo aquel que le trata
La incursión de un grupo de novilleros que se convertirían en toreros importantes de Colombia fue la camada de novilleros sobre la que se sostuvieron las temporadas que, a partir de 1971, organizó en las plazas de Caracas, Maracay y Barquisimeto, el empresario Gregorio Quijano gerente de la Empresa Taurivenca.
Fue Taurivenca una empresa con apoyo de Jerónimo Pimentel en Colombia, gracias a quien logró el concurso de diversas ganaderías neogranadinas que alimentaron aquellas temporadas en Venezuela que formaron camadas de toreros que a la postre sostendrían temporadas con aires de competencia alternando con sus pares venezolanos y mexicanos. El ganado diverso procedente de Colombia sentó las bases para el desarrollo taurino nacional.
Sería larga la lista de divisas que ha participado en el desarrollo taurino nacional, como importantes los hierros de nuestras ganaderías como Mondoñedo que nutrió la camada fundacional de Tarapío. González Piedrahita, Ernesto Gutiérrez y de Vistahermosa tuvieron mucho que ver con Los Aránguez y Tierra Blanca. La costeña ganadería de Aguas Vivas, sirvió como experiencia para el reto de la ganadería de tierra caliente en los trópicos caribeños. Rocha, Dosgutiérrez, Fuentelapeña las que en sus días formaron ganaderías como Bella Vista, Tarapío, Rancho Grande, El Prado, La Carbonera … Otras como El Socorro, Villaveces, El Encinillo, Pepe Estela, Ambaló Nicasio Cuéllar, Domiciano Cameno sirvieron de base para los carteles de las importantísimas novilladas cuyos espectáculos forjaron afición en ciudades como Maracay, Valencia, Barquisimeto y la misma Caracas.
De aquellos novilleros son muchos de los matadores que como Jorge Herrera y Enrique Calvo “El Cali” llegaron a reposar la responsabilidad en las primeras exitosas temporadas de Taurivenca. Herrera, ídolo de la afición de Caracas, torero favorito del público capitalino. Enrique Calvo “El Cali”, espada de mucho cartel y mucha calidad; Alberto Ruiz “El Bogotano”, padre de una gran promesa del toreo neogranadino; Fabio Zerrato, toreó mucho por Maracaibo y el occidente; Hernán Quintero “El Solo”; Oscar Silva, ídolo de Maracay y triunfador en el Nuevo Circo; Álvaro Torel, Jairo Antonio Castro, Leónidas Manrique, Arturo Villa “El Villano”, Luis Alerto Meza, Raúl Gómez un torero con proyección para haber sido figura del toreo.
Repasando las huellas del camino de la presencia de César Rincón en Venezuela, decíamos que fueron las plazas andinas de San Cristóbal y de Mérida las que le dieron la bienvenida al maestro a tierras venezolanas. Bienvenida sin mucha fortuna allá por 1989 cuando alternó, de acuerdo a los archivos ordenados por Nelson Arreaza “Numerito”, con Curro Zambrano y Tomás Campuzano en Pueblo Nuevo y en Mérida con Christian Montcouquiol “Nimeño II” y Nerio Ramírez “El Tovareño”, con doble ración de La Carbonera.
En 1990 no toreó en Venezuela, pero luego de su apoteosis madrileña César Rincón fue requerido por las empresas venezolanas lo mismo que pedían su presencia en los carteles de México, Ecuador y El Perú
La presencia del maestro Rincón en plazas venezolanas, insisto que de acuerdo al registro del notario del toreo nacional, Nelson Arreaza, es de 43 corridas de toros y 50 orejas desde su presentación el 28 de enero de 1989, hasta el 26 de enero de 2008. Ambos festejos en San Cristóbal. En su última actuación César Rincón cortó tres orejas a los toros de Juan Bernardo Caicedo. Aquella tarde alternó con Rafael Orellana y Miguel Ángel Perera. Con lo de Madrid sucedió lo que bien señaló Aguado: “Arrinconó al toreo”, aquella temporada invernal de 1991-1992 el bogotano toreó nueve tardes en plazas venezolanas. Mientras en el 89 su paso por Venezuela fue de puntilla, su presentación en Venezuela ya con la investidura de Sumo Pontífice de la Fiesta fue en Maracay, mano a mano con José Nelo “Morenito de Maracay” y toros de Hugo Domingo Molina. El recibimiento fue de apoteosis: se agotó la boletería y Rincón fue ovacionado hasta por estornudar, toda la tarde, por un público que se le descubría, que deseaba entregársele a como diera lugar. Al cuarto le cortó dos orejas.
En Valencia se presentó en el Forum, un gimnasio de baloncesto acondicionado especialmente para que Rincón toreara. Fueron dos tardes, 30 de octubre y primero de noviembre de 1991, mano a mano con “Morenito” el sábado con toros de Los Aránguez (3 orejas), y el domingo con José Antonio Valencia y Ortega Cano toros de La Carbonera (2 orejas). A la Monumental fue en febrero de 1992, oficializando su presentación ante la entendida afición del Cabriales, Rincón hizo el paseíllo en la Corrida de la Policía Técnica, uno de los festejos de mayor jerarquía de la temporada venezolana.
En el Nuevo Circo de Caracas César Rincón fue breve: su debut fue el 16 de febrero del 92, mano a mano con “Morenito de Maracay” y con toros pertenecientes a la ganadería de Tierra Blanca. Una gran expectativa que los descastados astados falconianos echaron por la borda. Luego, al año siguiente, en enero de 1993 fue el triunfador en la Corrida de la Prensa lidiándose toros de Hugo Domingo Molina. Con José Nelo Morenito de Maracay y Enrique Ponce.
Repitió en 1994 en Caracas la tradicional Corrida de la Prensa con “Morenito de Maracay” y Manuel Díaz “El Cordobés”. No sería afortunada su última actuación en la capital venezolana ante toros de El Encinillo con Erick Cortéz y José María Manzanares en aciaga tarde con bronca muy fuerte.
La plaza de San Cristóbal fue en Venezuela el gran escenario para sus actuaciones. Aquella plaza cuya arena había cruzado de puntillas, en sus primeros tiempos, fue el escenario de sus mejores actuaciones en Venezuela y fue en Pueblo Nuevo donde Rincón se despidió de la afición de Venezuela en el 2007 con dos presentaciones con toros colombianos de El Capiro el 27 de enero y de Juan Bernardo Caicedo el 26 la tarde del hasta luego con Miguel Ángel Perera y Rafael Orellana como compañeros de cartel en una tarde brillante en la que cortó tres orejas y sufrió una aparatosa voltereta a causa del arrimón que se pegó, como si de su primera tarde se tratara, porque César Rincón siempre fue un torero de absoluta entrega defendiendo su jerarquía de primera figura del toreo.
Hoy que Bogotá da la cara ante la adversidad de nefastros políticos como los alcaldes de la ciudad, Petro y compañía, incluyendo la roja alcaldesa Claudia Lopez que hoy tiene las riendas de la plaza Santamaría en sus despachos, remdimos homenaje al país más taurino de Susamérica, sus afcionados y periodistas magníficos entrelos que contamos con una larga lista de apreciados amigos admirados como Alberto Loperz "Loperita", los hermanos Julián e Iván Parra aunteticos maestros de la crónica y del periodismo escrito, e históricos como Ramón Ospina Marulanda, Jorge Humberto Zúñiga, Hernán Restrepo Duque, Raúl Echavarría y Ramón Ospina entre muchos y grandes profesionales. Lo hacemos desde esta raquítica Venezuela, atormentada por la dictadura, y que no ha sido defendida por sus toreros, por sus aficionados y tampoco por los politicos y ganaderos y mucho menos por los periodistas taurinos.
Hoy, másmque nunca, recordamos el ejemplo del Maestro Pepe Cáceres.


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