JOSÉ TOMÁS, UNA Y NO MÁS Álvaro del Moral / El Correo

El hermético diestro madrileño limitará su temporada 2018 a la única comparecencia de Algeciras. Sus partidarios se quedarán sin verlo en Nimes o Valladolid, plazas en las que se había especulado su presencia con escasos argumentos. ¿Habrá más en 2019?

Por ÁLVARO R. DEL MORAL

No sabemos cuándo llegará el eclipse total

La noticia, en realidad, no es tal. Tenemos que reconocerlo. El inaccesible matador no ha dicho esta boca es mía. Ni llegó a anunciar que torearía más ni tampoco ha proclamado que deje de hacerlo. Sólo sabíamos que lo iba a hacer en Algeciras. Y así fue, cumpliendo triunfalmente un empeño que culminó con interrogantes: ¿Dónde y cuándo será la próxima?Ahora parece seguro. No habrá esa próxima. La liebre la levantó el periodista charro Javier Hernández desvelando, vía Twitter, que Tomás había “liberado” los toros reservados en las ganaderías de Núñez del Cuvillo y Victoriano del Río para unos hipotéticos bolos que, visto lo visto, ya no van a producirse. Se hablaba de cierto entendimiento con los Matilla y Simón Casaspara reencarnarse en Valladolid y Nimes. No será así. Pero la pregunta, recurrente, sigue encima de la mesa. ¿Habrá una próxima vez?

El escalafón en la yema de la campaña

Las ferias del verano ponen a circular a la torería. El puerto de Bilbao, que marcará la última cumbre del año, aún es una certeza lejana. Pero los días vuelan. Merece la pena echar un vistazo a las cifras que maneja la cabeza de la torería para poder hacer una radiografía apresurada del escalafón. A la cabeza de los matadores se sitúa el joven espada peruano Andrés Roca Rey, que con 29 corridas toreadas -doce de ellas en plazas de primera- y las 43 orejas y un rabo cortados despega con ventaja de una lista en la que sigue el nombre de Manzanares. El alicantino ha cumplido 21 contratos y ha obtenido 24 trofeos. Ponce y Talavante empatan a 20 corridas de toros aunque las perspectivas del extremeño, sumido en un extraño limbo profesional después de romper con los Matilla, hacen pensar que irá descendiendo de puesto. A partir de ahí nadie alcanza las dos docenas de corridas toreadas, cifras impensables hace muy pero que muy pocos años a estas alturas del verano. El Fandi sólo ha toreado 19; 17 El Juli; 16 son las que ha sumado Castella, idéntica cifra a las que ha toreado Ginés Marín. Padilla ha podido cumplir 15. Ferrera y Juan Bautista empatan a 14 y 13 son las que acumulan Álvaro Lorenzo, Miguel Ángel Perera, Morante y Garrido. Once suman Juan del Álamo, Curro Díaz, Manuel Escribano, Román, Daniel Luque y Pepe Moral y marcamos una distancia a partir de los diez festejos que se anotan Cayetano y Paco Ureña. Desde ahí la cosa se complica. Mucho…

En torno al ciclo veraniego de promoción

Nos vamos marchando pero la tienda sigue abierta por vacaciones. Y lo hacemos celebrando especialmente el ambiente vivido en la última novillada de promoción. Ha habido que esperar al tercer festejo clasificatorio para recuperar ese paisaje familiar y juvenil que da sentido y carácter a un ciclo que forma parte de la idosincrasia estival de Sevilla. No cuesta demasiado imaginar lo que se podría hacer con ese serial con un poco de trabajo, imaginación y talento. Merecería la pena apostar y llenar. Por cierto, la escuela de Sevilla ha logrado llevar a la final a dos de sus alumnos. Es la primera vez que esto ocurre y revela que algo se mueve para bien en el centro que dirige Luis de Pauloba. El Primi y Pablo Páez defenderán el pabellón hispalense frente al madrileño Villita. Eso sí, nos hemos quedado con las ganas de ver metido en ese duelo final al valenciano Borja Collado, que se quedó cerca, muy cerca de entrar en el cartel del próximo jueves. Sólo había sitio para tres. Está en juego el flamante vestido de torear que regala la Real Maestranza. Que gane el mejor. Por cierto, esa final implica el cierre de la plaza de toros hasta los tres pases de la Feria de San Miguel que este año se inicia con una postrera novillada picada que aún tiene el cartel el blanco. En las quinielas ya hay algunos nombres sonando. Uno es de Écija.

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