jueves, 3 de marzo de 2022

GABRIEL DE LA CASA, ADIOS A UN GRANDE por Juan Miguel Núñez Batlles

  

Gabriel de la Casa

Fue la carrera de Gabriel deslumbrante desde sus inicios, por lo que caminó firme en la profesión más allá del respaldo de la notable marca familiar. Su depurado estilo de mucho temple y suma torería le encumbró a los puestos más destacados del escalafón en los años sesenta y setenta, y fue a principios de los ochenta cuando dejó de actuar en publico.

 Madrid, 8-6-1972. Gran Corrida de Beneficencia. El Jefe del Estado, Francisco Franco, rodeado por los toreros Alvarito Domecq, Gabriel de la Casa, Paquirri, y Raúl Aranda, de derecha a izquierda.

Adiós a un grande

Juan Miguel Núñez Batlles
Madrid, 3 de Marzo de 2022
Gabriel de la Casa nos ha dejado. Torero con vitola, que llegó a este mundo en el seno de una familia con importante arraigo taurino. Hijo del diestro Emiliano de la Casa "Morenito de Talavera", sobrino del banderillero Pedro de la Casa "Morenito de Talavera Chico" y hermano menor del también matador de alternativa José Luis de la Casa con quien formó pareja siendo ambos novilleros.

Fue la carrera de Gabriel deslumbrante desde sus inicios, por lo que caminó firme en la profesión más allá del respaldo de la notable marca familiar. Su depurado estilo de mucho temple y suma torería le encumbró a los puestos más destacados del escalafón en los años sesenta y setenta, y fue a principios de los ochenta cuando dejó de actuar en publico. Su último paseíllo de luces fue en Uruapan (México), aunque no hubo corte de coleta que simbolizara la retirada, pues como él mismo refería con sorna y entre amigos "nunca me retiré, sencillamente los empresarios dejaron de contratarme". Esto fue después de más de dos décadas figurando su nombre en los carteles de más tronío de las principales ferias y plazas de EspañaFranciaPortugal y toda la América taurina. En su haber dos Puertas Grandes en Las Ventas y más de dos mil toros estoqueados, sin que se dejara ninguno vivo, "solo los que me cogieron mándandome a la enfermería", como advertía con resignación. Otro récord es el de figurar en el cuadro de honor de los que más torearon la Corrida de la Prensa cuando este festejo era uno de los de más brillante abolengo de la temporada madrileña.
Y una vez colgado el traje de luces siguió estrechamente vinculado al mundo del toro que fue su pasión, primero como ganadero y sucesivamente como empresario y apoderado. Su vocación por fomentar lo taurino le llevó hasta la mismísima China, en Shanghái, en 2004, donde llegó a organizar festejos con mucha brillantez y dignidad, respetando la forma y esencia de la corrida. Con tal motivo se dijo de él que fue un verdadero Marco Polo del toreo.

Es por todo lo que hubo y va a quedar detrás de Gabriel de la Casa, lo que nos lleva al entrañable y emocionado recuerdo de su nombre, sus modales toreros y exquisito porte humano. Muy joven para el adiós definitivo, ya que a los 73 años estaba en la antesala de una biografía todavía con mucha actividad por delante, una vida en la que destacó por su ejemplar y afable dinamismo, no obstante, sin aparcar la prudencia y el recato, virtudes muy presentes asimismo en sus manifestaciones externas.

Por todo eso, nos parece una triste paradoja que ahora le fallara el corazón, tan grande y fuerte como lo tenía, tan bien entrenado, en todo momento para el favor de los demás.
Y es que, como he escrito más arriba, trasciende de él fundamentalmente su ejemplo y palmarés de torero, su amplia y exitosa carrera en los ruedos; pero es también muy importante significar, más ahora que el Señor lo acoge en su Reino, su alta condición de artista e instructor en el trato humano, maestro y portento de la espiritualidad. Tal fue Gabriel de la Casa, y así lo recordaremos

Los toreros toledanos de Talavera de la Reina José Luis y Gabriel de la Casa, hijos del matador de toros "Morenito de Talavera".

1 comentario:

  1. Siempre me sentí muy próximo a Gabriel. Tuvo una ganadería con procedencia de Él Torreón que embestían 6 de 6 cada tarde. La tenía en Madroñera (Cáceres). En mi pueblo, Casatejada se indultó un novillo lidiado por Juan Antonio Esplá el año 1993, que terminó padreando en El Ecuador hasta viejo. Como torero le he disfrutado en muchas ocasiones, especialmente por su conocimiento y sabiduría. Le recordaré siempre con cariño y admiración

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