martes, 22 de mayo de 2018

CRÓNICA DE ANDRÉS AMORÓS DE LA DÉCIMOQUINTA CORRIDA DE SAN ISIDRO

Más nubes plomizas

que arte en San Isidro

Con toros bruscos del Ventorrillo, solo David Mora da una vuelta al ruedo

David Mora, en un pase de pecho al tercero de la tarde
David Mora, en un pase de pecho al tercero de la tarde - Paloma Aguilar
Pasó la tormenta pero el cielo está muy cubierto. Los tres diestros que actúan pertenecen a la línea estética. Los toros de El Ventorrillo, serios y con pitones, son bruscos, complicados. (Algo mejor, el de Valdefresno). Sólo David Mora logra rozar el triunfo.
Curro Díaz sufrió una fuerte voltereta, aquí, y otra, en Vic-Fezensac, dos percances muy seguidos: ¿habrán dejado huella? El primero hace pobre pelea en varas, pega derrotes. Curro lo intenta pero no logra resolver los problemas, sufre un desarme, pasa momentos de apuro. Mata con su habitual estilo, con la espada apuntando al cielo, rápido pero desprendido. El cuarto da un juego muy desigual: hace un extraño en el capote; arrea en banderillas (aguanta bien Óscar Castellanos); en la muleta, no se entrega, puntea el engaño. A mitad de faena, logra dos series lucidas, dejándole la muleta en la cara, haciendo la noria, pero son sólo dos. Con el mismo estilo, consigue una estocada de rápido efecto. Aplauden al toro, algo discutible.
Morenito de Aranda, con el de Valdefresno
Morenito de Aranda, con el de Valdefresno - Paloma Aguilar
Morenito de Aranda toreó bien pero mató mal a los de La Quinta. Recibe con buenas verónicas al segundo, que mete los riñones, en varas. Saluda en banderillas Andrés Revuelta, que clava fácil y reunido. El toro embiste pronto pero con violencia, pegando arreones. Se coloca bien, dándole el pecho; intenta muletear con suavidad pero la brusquedad de la res impide el brillo. Mata a la segunda. El quinto, de Valdefresno, abre un camino de esperanza. Se llama «Campanero», el masculino de ésa que, en la copla, era «la mejor de las mujeres, aunque la gente no crea, porque te hizo Dios su pregonera», pero este toro no alcanza esa bondad. El diestro juega bien los brazos en verónicas y delantales; Mora quita por chicuelinas ceñidas. Logra Morenito algunos muletazos buenos (el cambio de mano, los de pecho) pero el toro va a menos y la faena se diluye, le falta unidad. No mata bien.
David Mora logró una faena aceptable con un toro de Las Ramblas: esta tarde, no abre cartel, como suele, sino que lo cierra. El tercero se cuela ya en las verónicas de saludo. (En banderillas, sufre un tirón muscular el gran José Antonio Carretero, en el aniversario de su alternativa). El toro es incierto, se vence, pero el diestro está muy firme y seguro, liga muletazos con emoción. (Sólo una vez incurre en el vicio actual de mirar al tendido). Cruza con limpieza en la estocada, aunque queda desprendida: petición y vuelta. Protestan por flojo al sexto. Lidia bien Ángel Otero, corriendo para atrás. David traza muletazos con buen estilo pero no logra ligar. Y la corrida acaba a las dos horas justas: algo muy bueno.
Con toros complicados, la tarde ha sido tan plomiza como las nubes. El dominio del toro es imprescindible para lograr el verdadero arte.
Postdata. En el comienzo de la temporada, han mostrado sus cualidades varios toreros jóvenes: en Sevilla, Pablo Aguado; en Las Ventas, Álvaro Lorenzo y Javier Cortés; en este San Isidro, Román, Fortes, Espada, Luis David… Todos ellos merecen entrar en más carteles. ¿Les darán esa oportunidad? Lo dudo: las Ferias se hacen con mucha antelación y el gran público, el que llena las Plazas, sólo conoce a las primeras figuras. Antes, la solución habitual era juntar, en el cartel, a un veterano, una figura y un joven prometedor. Hoy, las figuras se niegan: aducen que eso baja su categoría y pone en riesgo el lleno. Me parece un error. No dar oportunidades a los que se lo ganan en los ruedos es una injusticia y una torpeza: para atraer al público, el escalafón necesita renovarse.

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