lunes, 19 de febrero de 2018

El Toro en México por Bardo de la Taurina




 En Cinco Villas

cueros pa’ las correas

La fecha del 24 del mes febrero es altamente significativa en este país, toda vez que en ella se honran a las banderas que ha tenido esta nación y que mejor pa’ esa ocasión que enarbolar la enseña bravía de la tauromaquia, con un festejo en toda la extensión de la palabra, como los que la dupla de empresarios Don Luis Marco Sirvent y  Doña Lucero Domínguez Cobián organizan en su feudo de Cinco Villas, donde la constante es engarzar detalle tras detalle, hasta formar carteles de éxito, presididos por el sol mexicano el que pa’ estas fechas ya se abraza calientito con la arena sevillana, que es pandereta de luz en el albero que se ha convertido en lujo  de dos patrias amadoras del arte,  donde el próximo sábado tendrán como exponentes a seis espadas hispanoamericanos.

Por España  aparecerán Manolo Sánchez, Javier Conde y Eduardo Gallo, tres aromas diferentes de interpretar el toreo, donde la gitanería será escoltada por la solera a la frescura  y por los nacionales  la conjunción que toda plaza quisiera conjuntar en un cartel Fermín Rivera, Juan Pablo Sánchez y Sergio Flores, verticalidad, temple y ebullición, marquesina torera que ha sido subrayada por la empresa como Toreo, Arte y Sentimiento, esto  puede sonar rimbombante y es que en realidad lo es, y además por si faltara atractivo está la divergencia de las interpretaciones del toreo y por ello puede surgir algo que le está haciendo mucha falta a la fiesta y que es la manifestación de los estas.

Los cuales cobran fuerza en la medida que los toreadores pisen fuerte en la arena y esto solo se da cuando los primeros en prenderles la mecha a los toreadores son los toros, los cuales en Cinco Villas por lo general llegan vestidos de gala, los españoles se encontraran con una plaza coquetona y acogedora que por su arquitectura hace que los toreros sientan a la gente sobre sus hombros lo cual es una presión pero también un reto a superar que no todos lo logran porque ahí todo pesa y más el saber que esa es una plaza pa’ toreros.
El orden en que salgan los matadores va a ser factor pa’ que el caldero vaya tomando presión, máxime si los españoles la bordan fino por delante obligando a los  nacionales a entregarse y sacar la enjundia  subrayadamente a dos de ellos  Fermín Rivera y Juan Pablo Sánchez, de quienes pa’ decirlo  claramente la afición los ha  alentado de aliento y parece que estos se han alentado a la hora de los campanazos, no me ocuparía de ellos si supiera que se trata de unos más en la canasta, ¡pero no! el toreo de ambos dos, da no nada más pa’ que anden de equilibristas, deshojando la margarita, cuando tienen todo  pa’ constituirse en las primeras figuras del crucigrama tricolor.

A veces parecería que toreros como Rivera y Sánchez son envidiosos al no entregar todo lo que tienen y yo prefiero creerlo así a pensar que son  conformistas, aquí ha gustado desde siempre el toreo tridimensional que es el que tiene el potosino Fermín, torear de allá hasta acá y más allá, largo holgado, con pureza, eso claro cuando lo adereza con la enjundia que no debe de ser esporádica sino permanente, pa’ que en conjunto reditúe en esos los oles   largos que dan contratos, por su parte el aguascalentense Juan Pablo el que en la cuna se encontró no con una sonaja sino con un tesoro que se llama temple y que en esto es tan preciado, como el sazón de una cocinera, el sentimiento de un trovador, el pellizco de un bailador y ese caudal lo posee  este torero como ninguno otro lo tiene en México, un don que no está peleado con la enjundia, porque en el toreo el vals se baila entre dos y este tiene pa’ dar catedra en cualquier catedral, del tlaxcalteca Sergio no diré más porque este se da cuerda solo y anda conectando con más rapidez que un trompo con cuerda nueva y por eso está hecho una garantía pa arrebatar y mochar orejas.

Siempre lo he dicho  pa’ que la gente vaya a las plazas solo hay que poner lo suculento en el cartel y desearles a los aficionados ¡Buen Provecho! Y es que como decía mi abuela, cuando huele a mole, ¡es porque va haber mole! y mucho más de lo que usted se podrá enterar al dedillo en www.cincovillas.org














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