Dos décadas de
la importación de La Joya
José Antonio González Esnaurrizar |
Marysol Fragoso
La ganadería
de José González y su simiente de encaste Parladé
En el marco de
la importación de ganado español hacia México que se llevó a cabo hace 20 años,
en los estados de Tlaxcala y Puebla se cuenta a criadores que decidieron
apostar ya fuere por un refresco o por la fundación de una dehesa cuya simiente
fue el encaste Parladé. Una de ella, es La Joya, dehesa que
fundaron en la entidad poblana, don José González Dorantes (1930-2016) y su
hijo José Antonio González Esnaurrizar.
De acuerdo a
datos proporcionados por el ganadero, en junio de 1997, desde España llegaron a
su rancho 65 becerras sin tentar y dos sementales previamente tentados en
España por el maestro José Miguel Arroyo "Joselito". El lote de
hembras fue integrado por ejemplares de José Miguel Arroyo, Enrique Martín
Arranz, El Torreón, Luis Algarra Polera y Salvador Domecq. Además de
cinco mil pajillas con semen de toros aprobados en España para sementales de Salvador
Domecq, Jandilla, Las Ramblas y Juan Pedro Domecq.
Tras dos
décadas de andadura, González Esnaurrizar, reveló que de esos ejemplares,
únicamente queda viva la vaca número 531 del hierro de Luis Algarrra, llamada
"Labriega", nacida en el año de 1996.
Este ganadero
mantiene los conceptos de su padre, don Pepe González, fallecido el año
pasado, es decir, preocuparse por criar un tipo de toro que llegue a las plazas
con trapío y que en sus características de lidia tenga emotividad, movilidad,
bravura, nobleza y calidad.
Para ello,
resultó fundamental el apoyo que tuvieron de parte de Enrique Martin Arranz,
quien les enseñó a tentar el encaste Parladé, por ellos toros de esta
casa ganadera portan la divisa con los colores turquesa, amarillo y blanco han
tenido positivos y alentadores resultados cada vez que son lidiados en las
plazas del país.
Es el caso del
toro que fue regalado por el matador francés Sebastián Castella en febrero de
2016 durante la corrida de aniversario de la Plaza México. Castella le cortó
dos orejas y el astado recibió el honor de una vuelta al ruedo. Su nombre era
"Seda y Oro".
Además, a
partir vacas y sementales de La Joya, ganadería que forma parte de la
Asociación Nacional de Criadores de Toros de Lidia, algunas ganaderías han
refrescado sus productos o en casos puntuales han formado nuevas ganaderías,
tal es el caso de Vicencio, Carlos González Chapa, Marrón (para San
Diego de los Padres), Caparica y El Vergel.
Su propietario
augura un futuro destacado para estos toros en México, donde para la temporada
de invierno, tiene preparados tres encierros para ser lidiados.
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