HA MUERT0 ROGELIO MORALES, UN PEDAZO DE LA ÉPOCA DORADA DEL TOREO NACIONAL

 

Rogelio por gaoneras, sello azteca del toreo en Venezuela

EL VITO

A las 23 horas y 30 minutos de la noche del miércoles falleció en la Ciudad de México el matador de novillos Rogelio Morales.

Fue Rogelio baluarte entre quienes sostuvieron aquellas temporadas organizadas por Gregorio Quijano San Miguel y la Empresa Taurivenca, consideradas como las más importantes en la historia taurina nacional.

Rogelio Morales que en Atizapán junto a Alfredo Gómez “Brillante” se había iniciado como novillero,  hizo su presentación en Venezuela en el Nuevo Circo la tarde del 25 de mayo de 1971. Vino a Venezuela de la mano de Raúl Izquierdo Rogel, industrial de Toluca que sembraba puestos de trabajo por medio de la exitosa empresa Turmix de México posteriormente convertida en Purificadores Pasteur, aún hoy y, a pesar de las circunstancias que oprimen a la nación, es exitosa.

Era la época dorada del toreo en Venezuela, queremos insistir. 
En Valencia se presentaban Luis Miguel y Bienvenida en la última corrida de César Girón. Jorge Herrera con 16 novilladas encabezaba el escalafón ente los novilleros. Un número superior al que de espectáculos se celebran hoy en el país.

Manolito Rodríguez Sánchez era entre los venezolanos el espada estrella, y con él, hoy destacado Médico Cirujano, llenaban los carteles nacionales Bernardo Valencia,  Rafael Pirela, Carlos Martínez, Gonzalo de Gregorio, Freddy Girón, Joselito Álvarez, Williams Cárdenas entre más de 34 novilleros criollos, mexicanos, colombianos y españoles que integraron el escalafón venezolano muy tomado en cuenta por el mundo taurino internacional. 

La presentación de Rogelio fue ante novillos de Nicasio Cuéllar, colombianos como todos los que se lidiaban en aquellas fructíferas temporada ya que aún no germinaba la semilla que recién se había sembrado en el campo bravo de la ganadería venezolana.  Alternaron con Rogelio Rafael Pirela y Antonio Gil “El Táriba”. Rogelio fue el triunfador de la tarde al cortar una oreja, lo que le valió repetir dos domingos más tarde  en la cuarta novillada de la temporada con novillos de José del Carmen Cabrera con Manuel Piña “El Fúnebre” el caraqueño Gonzalo de Gregorio. El quinto novillo bautizó con sangre a Rogelio, hiriéndole en la cara y dejándole una cicatriz de las que los toreros llaman “de espejo”, y que son esas que cada vez que veía reflejado su rostro en un espejo recordaba la circunstancias que rodearon el incidente.

Reapareció en la Novillada de la Oreja de Plata ante novillos de Domiciano Camelo junto a los triunfadores de la Temporada 1971: Gonzalo de Gregorio, Alberto Zabala “El Memín”, Antonio Gil “El Táriba”, Fermín Figueras “El Boris” y Mario Restrepo. Los triunfadores fueron “El Táriba”, que indultó un novillo y “El Boris” que cortó dos orejas y se adjudicó el trofeo “Oreja de Plata”.

Rogelio era hijo de don Roberto Morales Legaspi, un personaje fuera de serie. Aficionado práctico y mecenas de toreros a quienes como Rafael Pirela, Celestino y Gabriel Correa llevó a México y les ayudó de novilleros y a muchos ya de matadores de toros. Como “de casta le viene al galgo” Rogelio, como su padre, siempre mantuvo una relación afectiva y muy generosa con Venezuela. Fueron además de novilladas y corridas de toros las que organizó para espadas venezolanos, muchos los festivales para Aficionados Prácticos como el doctor Tobías Uribe, Pedro Campuzano, Constantino Hernández, Jesús Nieves se organizaron por aquellas queridas tierras del Bajío mexicano donde tenía una ganadería llamada “De la viuda de Morales” y a la que junto a encopetadas figuras del toreo como el gran Mariano Ramos, asistían valores "de la raza"-así los distinguía- como El Vulcano, El Vale, El Kojak… Y cuando le preguntaban el por qué lo de la viuda en el nombre de la ganadería,  respondía:-Es el estado civil que le gustaría a mi esposa, y hay que darle gusto. ¿No?

Rogelio además de torear y formarse como torero en Venezuela, como también ocurrió con Alfredo Gómez “Brillante”, Jorge Gutiérrez y Marcos Ortega que aquellas temporadas de oro vinieron y se hicieron de novilleros, o más tarde como David Silveti, que ya matador de toros se reencontró se forjó de Matador de toros en Venezuela donde encontró a muchos amigos y admiradores que como Rogelio Morales, Raúl Izquierdo, Juan Diego, Arturo Magaña, muchos e innumerables personajes que no buscaban otra cosa que demostrar admiración y respeto en nombre de la fiesta a un buen torero y a una muy apreciada persona David Silveti.  

ROGELIO, COMO TODOS NUESTROS  MUY APRECIADOS AMIGOS MEXICANOS, GENEROSO EN EL AFECTO

Rogelio se abrió camino como industrial. Empresa que llevó en paralelo con su vocación de coleta. Fue siempre un  estupendo anfitrión y recordaremos entre muchas tardes aquella que junto a su cuñado, el maestro Mariano Ramos, casado con la gentil Diana, su hermana, organizó en su casa para un grupo entre quienes estuvieron los matadores Antonio Urrutia, Arturo Magaña, Alfredo Gómez “Brillante”, Juan Miguel Parra, "Parrita", Manuel del Prado “El Triste”, Juan Diego de México, el propio torero charro Mariano Ramos, figurón del toreo, y como invitados especiales el apreciado aficionado Jorge Anciola, don Jorge Espinosa de Los Monteros, para entonces directivo de Bibliófilos Taurinos de México fundador del Círculo de Amigos de la Dinastía Bienvenida en México, gran aficionado y persona muy apreciada, el abogado y querido amigo Carlos Dugarte y el Arquitecto Álvaro Leopoldo López para ese entonces de visita en Ciudad de México.

Don Roberto Morales, Rogelio y su hermana Diana atendieron en Barquisimeto al maestro Juan Silveti la tarde que su hijo David triunfó con toros de Los Aránguez en La chata de Patarata. Lo hicieron por encargo de Raúl Izquierdo, auténtico plenipotenciario de los toreros mexicanos en Venezuela.

Deja Rogelio muchos y muy apreciados amigos en Venezuela, entre ellos al doctor Tobías Uribe muy cercano a su familia.

Paz a sus restos.