En
el año de 1966 , enero, entré a primaria al añorado Instituto Patria. Moliere
222. Pasado el tiempo me di cuenta que
ser de El Patria, en mayúsculas, no era cosa menor. Sobre todo porque nuestro colegio
cerró . Cerró por una razón fundamental, por la misma que existía , “Quo
mellius illac” , nuestro lema : “buscar lo mejor “ , ya no era alcanzable. A
Roma fueron a dar nuestros padres en procesión a pedirle al padre Arrupe revertiera su decisión. Imposible. El
principio básico de nuestra educación, la ética , no se iba a romper. Y así, en
1971 terminaron mis felices seis años en el glorioso colegio. El espiro, los
árboles de las canicas, el casino que solo vi a través de una reja, el camión
4, todo eso vive en mi recuerdo, y en el
de quienes orgullosamente estudiamos ahí. Y la música. La música.
“Pletórico
de gente está de Roma el circo, pues luchan en la arena, atletas famosos, tres
pares de corceles de cada carro tiran, con presteza solo igual a la de un huracán” . Así comenzaba una canción
que ensalzaba la famosa lucha entre Ben-Hur y Mesala en el Coliseo romano, que
aprendimos quienes participábamos en el coro, dirigidos por Carlos Greull.
Pues
así llegamos a la inauguración de la
temporada 2017-2018. Y pletórico pusimos el Coliseo de nuestra ciudad ayer
domingo. Domingo de toros. De fiesta . De luz.
Coliseo
ahora remozado, con mejores instalaciones públicas, con más pan y más circo,
que a eso va uno al Coliseo.
Y
nos tocó vivir un oxímoron , figura retórica de pensamiento que consiste en complementar
una palabra, con otra que tiene un
significado contradictorio u opuesto.
Dicen
que algún genio dijo , que la maldad no existe . Que solo es ausencia bondad.
Creámoslo.
Fuimos
ayer a nuestra fiesta. No hay domingo sin toros. Y ayer era domingo. Domingo de
inicio de temporada.En la arena,
pletórica de gente, dos famosos toreros, que con su convite llenaron el coso.
Con la fuerza de su pares de corceles, convocaron al de veinticinco mil
gargantas que imperiosamente los sacó a saludar al tercio. Mesa puesta,
comensales dispuestos.
Y
el lleno se volvió vacío. Sin la sustancia, Ben-Hur y Mesal quedaron solos , viéndose el
uno al otro. Y dieron vueltas a la
pista. Hasta que calló, o hasta que cayó la tarde.
Sin
sustancia no hay elemento.
Solo
un oxímoron.
Figura
retórica.
Carlos Castañeda Gómez del Campo
Ciudad de México/ 20 de noviembre
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