lunes, 20 de noviembre de 2017

CARLOS CASTAÑEDA GÓMEZ DEL CAMPO El vacío del lleno



En el año de 1966 , enero, entré a primaria al añorado Instituto Patria. Moliere 222.  Pasado el tiempo me di cuenta que ser de El Patria, en mayúsculas, no era cosa menor. Sobre todo porque nuestro colegio cerró . Cerró por una razón fundamental, por la misma que existía , “Quo mellius illac” , nuestro lema : “buscar lo mejor “ , ya no era alcanzable. A Roma fueron a dar nuestros padres en procesión a pedirle al padre  Arrupe revertiera su decisión. Imposible. El principio básico de nuestra educación, la ética , no se iba a romper. Y así, en 1971 terminaron mis felices seis años en el glorioso colegio. El espiro, los árboles de las canicas, el casino que solo vi a través de una reja, el camión 4, todo eso  vive en mi recuerdo, y en el de quienes orgullosamente estudiamos ahí.  Y la música. La música.
“Pletórico de gente está de Roma el circo, pues luchan en la arena, atletas famosos, tres pares de corceles de cada carro tiran, con presteza solo igual a  la de un huracán” . Así comenzaba una canción que ensalzaba la famosa lucha entre Ben-Hur y Mesala en el Coliseo romano, que aprendimos quienes participábamos en el coro, dirigidos por Carlos Greull.
Pues así llegamos a la  inauguración de la temporada 2017-2018. Y pletórico pusimos el Coliseo de nuestra ciudad ayer domingo. Domingo de toros. De fiesta . De luz.
Coliseo ahora remozado, con mejores instalaciones públicas, con más pan y más circo, que a eso va uno al Coliseo.
Y nos tocó vivir un oxímoron , figura retórica de pensamiento que consiste en complementar una palabra,  con otra que tiene un significado contradictorio u opuesto.
Dicen que algún genio dijo , que la maldad no existe . Que solo es ausencia bondad. Creámoslo.
Fuimos ayer a nuestra fiesta. No hay domingo sin toros. Y ayer era domingo. Domingo de inicio de temporada.En  la arena, pletórica de gente, dos famosos toreros, que con su convite llenaron el coso. Con la fuerza de su pares de corceles, convocaron al de veinticinco mil gargantas que imperiosamente los sacó a saludar al tercio. Mesa puesta, comensales dispuestos.
Y el lleno se volvió vacío. Sin la sustancia,  Ben-Hur y Mesal quedaron solos , viéndose el uno al otro.  Y dieron vueltas a la pista. Hasta que calló, o hasta que cayó la tarde.
Sin sustancia no hay elemento.
Solo un oxímoron.
Figura retórica.


Carlos Castañeda Gómez del Campo
Ciudad de México/ 20 de noviembre

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