EL NEGRO JULIO MENDOZA
ÍDOLO POPULAR Y RIVAL DE “RUBITO”
JULIO MENDOZA PALMA, CARAQUEÑO Y SANJUANERO TRIUNFADOR EN COLOMBIA, ESPAÑA Y FRANCIA E ÍDOLO EN VENEZUELA |
EL VITO
Un
día, me contaba Carlos Eduardo Misle “Caremis”, los vecinos de la Plaza de
Capuchinos se sorprendieron al ver un torero vestido de luces y tocado de su
montera.
Aquel torero era Julio Mendoza, acompañado por su Mozo de Espadas, que en la espuerta llevaba los capotes y las muletas y en el fundón sus espadas. El
Negro Julio no tenía coche que le trasportara al Metropolitano, donde aquella
tarde de domingo iba a torear.
-“Épa
Julio, ¿vas a torear?” Le gritó uno que, al verle, no entendía la indumentaria
en medio de la plaza sanjuanera.
-“No
bolsa…¡Voy a jugar pelota!”
Ácida
respuesta del torero caraqueño, que todo
lo que pedía era una colita para llegar
a la plaza de toros donde le esperaba
aquella tarde de julio de 1919 su primer rival en el largo camino en su vida
profesional, Luis Laviana “Manene”. Ídolo de los
caraqueños, que bailaban al son del
pasodoble escrito en su honor e interpretado por los cañoneros de la época.
Julio
Mendoza, 17 de agosto de 1900, posiblemente haya sido el matador de toros más
popular de todos los grandes toreros venezolanos. “El Negro”, como le
distinguían en su barrio, nació en El Guarataro en San Juan, donde desde
muchacho creció peleando a cabezazos en la quebrada de El Guanábano.
El
Negro Mendoza era hijo del torero Vicente Mendoza. Fue Julio rival histórico
del catire Eleazar Sananes, “Rubito”.
Torero favorito de los legendarios boxeadores de San Juan, ídolos de la época
como “El pollo de La Palmita”, Simón Chávez.
Su
padre Vicente Mendoza “El Niño”, fue un torero de arrojo y sin escuela, que se
impuso a finales del siglo XIX, cuando
en Caracas el gran espectáculo eran los toros, pues el fútbol era un espectáculo exótico que se
jugaba en Guayana, en El Callao, y el
beisbol estaba en pañales. “El Negro” creció “jugando al toro”, en las
calles empedradas de la parroquia San Juan, por los lados de El Guanábano; y su
aula magistral fueron los corrales del Matadero de San Agustín. Terrenos donde
más tarde, en 1919, se asentaría el
Nuevo Circo, la gran plaza venezolana. En el matadero trabajaba como ayudante
de su padre, ya que Vicente Mendoza, que se anunció en los carteles como “El
Niño”, era matarife del rastro
caraqueño.
Muy
joven, con 16 años de edad, se convirtió en la atracción de los carteles
toreando junto a su padre, hasta que en 1922 viajó a Colombia. Se presentó en
Bogotá con Rafael el Gallo y “El Negro” Mendoza fue el triunfador de la
temporada de tres tardes, arrebatándole
el trofeo en disputa a José Corzo “Corcito”. De Colombia pasó Madrid con cartel para debutar en Tetuán de
las Victorias, el 5 de junio de 1925, y por su buena actuación logró contratos
en Valencia.
En
España destacaban entre los novilleros Joaquín
Rodríguez “Cagancho”, Félix Rodríguez, Fausto Barajas, Nicanor Villalta,
Francisco Vega de los Reyes “Curro Puya”, todos ellos en el rango de los
novilleros, y rivales del torero sanjuanero. Julio Mendoza el 28 de septiembre
de 1926 conquistó la plaza catalana de Barcelona, convirtiéndose en ídolo de la
Ciudad Condal. Fue a Bilbao donde lidió
toros de Miura, y con bien cimentado cartel viajó por toda España, hasta alcanzar la alternativa en Murcia en
septiembre del 27, y confirmarla en Madrid con Luis Fuentes Bejarano y Juan
Armillita.
Julio
fue el rival de “Rubito”, los dos
caraqueños que sembraron plazas por toda
Venezuela. y ahora, su cuna Caracas. Eleazar y Julio estimularon con su
rivalidad los bandos de “rubiteros” y “juliteros”. Rubiteros, por ejemplo,
fueron los hermanos Florencio y Juan Vicente Gómez Núñez, grandes aficionados a
quienes Venezuela les debe una fortuna, y julitero era Simón Chávez “El Pollo”.
Julio Mendoza vivió entre Caracas y Madrid, y en España se convirtió, junto al
gran tenor Lorenzo González, en el gran embajador cultural de Venezuela.
Relata
don Carlos Salas en su obra fundamental “Los toros en Venezuela” que Julio en
1926, su primera temporada española, realizó una brillante campaña. Vale la
pena referirnos a la misma, hoy que nos encandilan y llenan de emoción los
éxitos de Manolo Vanegas y de Jesús Enrique Colombo por aquellos pagos
ibéricos. “El Negro” arrancó en
Barcelona el 28 de febrero con un triunfo muy sonado y cayendo de pie entre la
afición catalana. Luego fue a Valencia, Bilbao, Logroño, Huelva y Madrid donde
se presentó junto a Vaquerito y Ginesillo con novillos de Pérez de la Concha.
Su debut en La villa del Oso fue con
corte de una oreja, y por ello lo repitieron donde actuó, nuevamente, con
éxito. Toreó más de 20 corridas aquella temporada. Al año siguiente, luego de
brillante y productiva campaña en Venezuela como rival de Rubito, El Negro
Mendoza reapareció en la temporada de 1927 en Barcelona saliendo a hombros tras
cortarle las orejas a sus toros. Fecha importante, 27 de marzo de 1927. Repitió
hasta cuatro veces en la Monumental de Barcelona, y regresó a Madrid con Carlos
Sussoni y Pepe Iglesias en el cartel con toros de Aleas. Anunciado el con el
peruano Sussoni, que se rajó, lidió
cuatro toros de Miura en solitario en San Fernando, Cádiz. Salió airoso,
solidificando su cartel, triunfos que le llevaron a la alternativa en Murcia
con el bilbaíno Martín Agüero como padrino y Gitanillo de Triana testigo con
toros de Samuel Hermanos.
Luis
Fuentes Bejarano fue el padrino de la confirmación de la alternativa del
caraqueño en Madrid. Con el mexicano Juan Espinosa “Armillita” de testigo de su
grado con el toro lusitano “Lambetón” del hierro de José Martinho Alves do Río.
Confirma
el buen cartel que tuvo Julio Mendoza en Madrid, que el 8 de abril
de 1928 inauguró al abono de Madrid junto a Luis Freg y Pablo Lalanda.
Aquella
temporada de 1938 Julio Mendoza Palma, “El Negro”, paseó orgulloso el nombre de
Venezuela por toda la Península Ibérica y plazas de Francia.
Sus
tenidas gastronómicas eran célebres entre los criollos, por sus caraotas que
sembraba en su casa de San Sebastián de los Reyes. Hábil cocinero preparaba
hallacas y pabellón, dulce de lechosa y hasta ponche crema, eran pretexto para
sabrosas tertulias entre paisanos… Al
pasar los años Julio entregó su posta del venezolanismo a Luis Sánchez
“Diamante Negro” y, más tarde, a César Girón quien tuvo continuidad en su hermano Curro, siendo estos cuatro
nombres los de los venezolanos más destacados en España.
Julio Mendoza. Tuvo esposa? *hijos..?,
ResponderEliminarClaro mi tía pepita y su hijo Vicente que aún está vivo es ingeniero y vive en el estado bolivar
Eliminarsi, se casó con Doña josefa sánchez guijarro y tuvo un hijo, Doña josefa falleció en venezuela a los 100 años de edad en 2020 y su hijo vive en una zona de sudamérica la cual no estoy autorizado de revelar. Julio Mendoza Palma, tuvo 2 hermanas Doña Blanca y Doña Julia de De la torre.
EliminarSi y un hijo
ResponderEliminarUna gloria de nuestro bello pais mi tio
ResponderEliminar