martes, 23 de agosto de 2016

BILBAO TAMBIÉN CAE ANTE LA TORERÍA DEL TORERO DE MÉXICO


Valiosa oreja para Joselito Adame, en Bilbao

BILBAO (Vizcaya), España. Lunes 22 de agosto (Cultoro).- Llegaba la seriedad del toro a Bilbao con una entipada corrida de toros de El Puerto de San Lorenzo para el jerezano Juan José Padilla, el mexicano Joselito Adame y el salmantino Juan del Álamo, siendo los dos primeros quienes al final cortaran valiosamente una oreja cada uno.
Salió sueltecito como es típico en su encaste el precioso primero pero que en las telas del jerezano metió la cara con suavidad, a la verónica lo lanceó Padilla templadamente. Garboso y ceñido resultó el quite de Adame antes de un buen tercio de banderillas de Padilla y en el que el toro del Puerto siguió manteniendo sus virtudes. Tomó la muleta con gran bravura y clase, además del temple de un Padilla muy centrado. El animal hacía el avión, entregado en cada muletazo, repitiendo de una manera importantísima a un torero que tiró de su repertorio. Cuando tomaba el engaño por el izquierdo el animal pese a tener la misma clase que en el otro pitón amagó con irse a tablas, lo que más tarde haría de forma definitiva. Un animal que hubiera sido mejor sacarlo fuera del tercio, arropado en el tercio el animal “cantó la gallina”, quizás con la querencia menos acusada se hubiera sostenido. Cerró Padilla por manoletinas con el toro ya desentendido. Faena de más a menos. Mató al segundo intento de una estocada tendida y caída por lo que fue ovacionado.
Desigual resultó la pelea del cuarto, lo que ya había evidenciado en el capote de Padilla, el cual lo recibió de rodillas en el tercio. Brindó Padilla su tercio de banderillas al público en una actuación solvente. Llegó a la muleta embistiendo con cierto celo y transmisión en un inicio de faena sacando al animal a los medios. Conforme fue avanzando la faena empezó a quedarse más corto el animal, que seguía manteniendo la nobleza pero pecaba de falta de clase. Iba y venía el del Puerto sin humillar pero con esa nobleza que permitió al jerezano tirar de su toreo para calar en el público. Molinetes, circulares por la espalda, hizo todo lo que estaba en su repertorio. Tras pasaportar al animal de una gran estocada y dos descabellos se le pidió la oreja, concedida finalmente por el presidente.
Ya desde salida cantó el segundo de la tarde que su condición no era igual a la de su hermano anterior. Salió desentendido del capote del mexicano y manseó en el caballo. A la muleta llegó el toro con una embestida descompuesta, sin entrega en los trastos, en una faena tesonera de Adame. Porfió Joselito en una labor aseada de un torero con oficio que se chocó este un toro con movilidad pero de descastada embestida, lo que dificultaba ligar los pases con limpieza. Por el izquierdo se quedaba corto y se paraba a mitad del viaje. Tras pinchazo, estocada y dos descabellos fue silenciado.
Embistió de forma templada el engatillado quinto al capote de un Adame que salió a darlo todo. Garboso y templado fue el quite de Juan del Álamo a un toro que se iba a los vuelos embistiendo con gran temple al percal. Embistió el animal como los grandes toros mexicanos, gateando y queriéndolo todo por abajo, en un trasteo acompasado y fino trazo. Toro nada fácil ya que no quería toques bruscos sino caricia en cada muletazo, acertó el mexicano en imprimirle la suavidad que pedía el animal, toro bravo que requería de una muleta de seda. Por el izquierdo le faltaba mayor celo que aun teniendo nobleza no embestía igual. Animal que embestía mejor sin inercias, haciéndolo de parado, acertó Adame en darle aire y espacio entre tanda y tanda dentro de un buen trasteo pero al que le faltó mayor rotundidad aun siendo una buena faena. Pecó Adame en acortar las distancias, lo que ahogó algo las embestidas, buscando más el triunfo por la vía de la efectividad que del toreo ortodoxo. Cerró por joselillinas para cortar una oreja tras pasaportar de una buena estocada a un buen toro en una labor sincera y templada.
Precioso de lámina resultó el tercero de la tarde al que recibió rodilla en tierra el salmantino Juan del Álamo para luego dejar templados pasajes a un toro con nobleza y buen son. Animal protestado por parte del respetable por su justeza de fuerza. Acusó su merma física en el tercio de muleta, embistiendo rebrincado y arrastrando las patas. Descompuesto embistió el animal. Pese a la disposición del torero la faena no tomó vuelo. En un momento el animal perdió pie y pisó el tobillo de Juan con los cuartos traseros, pese a ello ni se miró y volvió a la cara de un animal que quería más que podía, de ahí que sus embestidas eran defensivas por esa condición feble del toro. Dejó un par de naturales de fino trazo en las postrimerías de la faena, así como dos tandas de mayor ligazón pero faltas de emoción. Cerró la faena en la distancia corta consiguiendo meter al público en la faena. Tras una estocada algo trasera fue ovacionado luego de escuchar un aviso.
No se dejó torear de capa el que hizo sexto. Del Álamo intentó llevarlo largo pero este embestía con las manos por delante y reponiendo. Llegó a la muleta embistiendo con transmisión y temperamento a la muleta poderosa del salmantino. Las dos primeras tandas fueron para ahormar a un animal que embestía con todo. La tercera faena si tuvo mayor limpieza, humillo el toro tras la pañosa en cuatro muletazos a tener en cuenta pero a la mitad de la serie lo desarmó. Tomó la zurda para continuar su faena a un toro que lógicamente ya estaba venido a menos. Disposición, paciencia y fe le puso del Álamo a un trasteo que no tomó el aire que había conseguido en la tercera tanda. Se atemperó el animal, sin embargo esas embestidas con transmisión se convirtieron en anodinas lo que restó transmisión al tendido. No le volvió la cara en una faena en la que acortó distancia. Se puso en el sitio de un animal que ya estaba muy agotado. El punto de inflexión vino en ese desarme que a buen seguro de no haberse producido hubiera dejado ver un trasteo de mayor opción. Se atascó con los aceros y fue silenciado.

FICHA: BILBAO (Vizcaya), España. Tercer festejo del abono de las Corridas Generales. Coso “Vista Alegre”. Toros de El Puerto de San Lorenzo, en tipo, con seriedad y buena presentación. Destacaron los enclasados y boyantes primero y quinto, se dejó el noblón cuarto, mientras que los restantes dieron menos juago. Juan José Padilla: Ovación con saludos y una oreja. El mexicano Joselito Adame: Silencio y una oreja. Juan del Álamo: Ovación con saludos tras un aviso y silencio tras un aviso.

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