sábado, 6 de febrero de 2016

EL VITO EN MÉXICO: La Noche de Castella, el día del 70 Aniversario

LE ZARANDEÓ, HIZO CARNE  Y LE ABRIÓ EL ESCROTO


EL VITO

No duerme el ambiente en Ciudad de México. El oleaje desatado por la promoción inédita del mano a mano de José Tomás y de Joselito Adame sigue latente. La noche de anoche, la noche de la fecha del 70 aniversario de la Plaza fue corrida de muchos matices, y todos importantes.
La plaza registró una gran entrada, casi lleno, lo que indica que la fiesta en México sigue intensamente viva.
 Los toros presentados con tres divisas, dos muy mexicanas, Manolo Martínez y La Estancia, una tercera de La Joya, procedencia Domecq, mantuvieron alertas y despiertos y atentos a los asistentes al inmenso embudo de Insurgentes en un espectáculo que recordaremos como “Aquella noche de Castella”.

EL FRANCÉS REIVIDICA EN MÉXICO A SUS ANTEPASADOS GABACHOS

El torero francés mantiene un romance con la plaza grande. Desde su debut se ha convertido en un consentido de la afición, pero anoche su gesto provocó la evolución en el afecto: un niño consentido se transformó en la fría noche de luna en un enamorado atormentado. El segundo toro le empitonó con agresividad y violencia por el bajo vientre, abriéndole el escroto, provocándose derrame  de sangre escandaloso. La mano izquierda con fractura del meñique y faz de ecce homo por la capa de sangre, angustia y dolor en lo que quedó convertida la cara. Fue atendido en la enfermería, corriéndose el turno para salir en el sexto de La Estancia. Un toro insípido e indefinido. Catella en los medios pidió el sobrero: un torazo melocotón, calcetero, bociblanco, muy alto de agujas, bien armado que se apropió del ruedo con fiereza y disposición de acabar con todo y convertirse en el barbarazo de la noche. No sabía el torazo que en el redondel sería sometido sin violencia y con arte, con las armas de un torero inspirado y decidido. Un torero que sueña con cortar un rabo en la México. Sueño de muchos, logro de pocos.
Ha sido la noche de Castella, convertido en héroe ante el triunfo del toro heridor y en torero cumbre ante el astado agresivo, ofensivo y pretendiente de superar la técnica y disposición de un gran torero que la Plaza México, en la noche de su 70 Aniversario, ha convertido en figura el toreo.
Los mexicanos Garibay y Saldívar fueron acompañantes que sin fracasar, fueron ante sus toros testimoniales de lo difícil que es lograr el triunfo de apoteosis de la México, lo corroboraron ambos con sus tristes salidas de la plaza, sin broncas ni ovaciones mientas Castella se elevó sobre la arena  en levitación de triunfo sobre el pedestal de los capitalistas que le sacaron herido, adolorido, a hombros y por la Puerta del Encierro.

FICHA DE LA CORRIDA
Plaza de toros Monumental de México
70 Aniversario. Buena entrada. Toros de Manuel Martínez (1º, 2º y 3º) Complicados correosos. La Estancia, cuarto, quinto y  el sexto sobrero. Un sobrero de La Joya (7º), encastado y emotivo.

Ignacio Garibay, ovación tras petición y aplausos
Sebastián Castella, ovación al pasar a la enfermería, palmas y dos orejas

Arturo Saldívar, silencio y silencio tras aviso  


vjlopez7@gmail.com

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