Cuarta corrida de la Feria de San Sebastián
El jovencísimo
diestro peruano ha cortado tres orejas, con posterior salida en hombros.
RUBÉN
DARÍO VILLAFRAZ
@rubenvillafraz
Fotos:
Hugo Angulo Avendaño / “Cucú” Rincones
SAN CRISTÓBAL (Enviado
Especial).- Antes de
vestirse de torero, el apoderado de Roca Rey, quien la tarde de ayer sustituía
al aún convaleciente Miguel Abellán, exigía el pago de los honorarios del
torero antes de partir plaza. Hubo de medirse para convencer al maestro
Campuzano que esta Venezuela que vivimos es otra. Literalmente era un derecho
para quien arriesgaba la vida, y quien vive de su profesión, pero tal como está
la cosa, hay que entender que los toreros deben de saber y conocer. Torear
fiado, a causa de nuestro cerrado régimen cambiario. Que perogrullada señores.
Y para bien de la tarde, fue Roca Rey el protagonista
de la tarde. Vaya torero este peruano, producto de la factoría del maestro de
Gerena, José Antonio Campuzano, el mismo que hizo y llevo a figura a Sebastián
Castella. Formas, maneras y concepto muy parecido, como del mismo modo su valor
espartano, que impacto los rebosados tendidos del coso de Pueblo Nuevo. Un lujo
haber sido testigos del inicio de una era para el toreo peruano en las manos de
un jovencito imberbe a quien le habíamos visto hace cuatro años de becerrista
en este mismo ruedo, hoy por hoy el más ambicioso proyecto de figura del toreo
que tiene la América Taurina.
Roca Rey ante su primero del lote dejó las cartas
mostradas desde el mismo momento que saludó de capa al anovillado «Alguacil» de
El Prado, animal que luego en la medida y justa sangría con el caballo, ante la
poderosa muleta se rendiría ante el impertérrito proceder de un joven torero
que asusta al miedo, vaya esta incongruencia. Soberbio por la diestra, en
series mandonas, templadas y contundentes que hicieron vibrar los presentes. Pedazos
de series por la zurda, de contundente mensaje que colocaron de acuerdo a
doctos y neófitos. El espadazo entero, tendido y desprendido, dio pie que
doblando el toro se concediera merecidamente una oreja.
Su otra labor fue nuevamente un tratado de ambición, torería
y raza para entender las virtudes y defectos del noblote astado, que metió en
su muleta, a base de sitio, colocación, sobrada técnica y una firmeza poca
vista, incluso faltándole el respeto al toro, lo que le costaría volteretón sin
consecuencias. El soberbio volapié con la que despachó al astado dio pie a la
unánime pañolada para que el napoleónico Neira Celis asomara de forma ipso
facto el par de pañuelos, sumando tres orejas de unánime trascendencia.
La tarde en orden de lidia la había aperturado un
pulcro rejoneador colombiano como lo fue el paisa Andrés Chica, quien clavó un
solo rejón de castigo, para en banderillas lucirse en labor ortodoxa, de interés
para quienes gustan del toreo a la jineta. Una pena que el rejón de muerte le
birlara la más que merecida oreja que se tenía trabajada.
Para El Fandi la tarde no le fue fácil. El que abrió
lidia ordinaria fue un ejemplar que puso en máxima atención a un torero de
tanto rodaje como el mencionado granadino, siempre acusando su marcada
tendencia a tablas, donde fue a sacarle partido. Faena trabajada, de justificar
sueldo, que emborronó con la media desprendida y dos descabellos para ser
aplaudido.
El sardo que cerro su paso por la feria fue otro
regalito, al que metió en vereda con una muleta de firme intención por justificar
las cambiantes embestidas del burel que fue exprimido al máximo, que en otras
mano no hubiese pasado mayores cotas. La media desprendida y los dos
descabellos, nuevamente dejaron su labor en palmas.
Cerramos crónica con Gregorio Torres “Maravilla”. De
verdad, que me ha defraudado su proceder pues ante el codicioso primero de su
lote, no tuvo planteamiento concreto de faena, en limar las complicaciones y
aprovechar las opciones de lucimiento de «Vinatero» de Rancho Grande. Intentó
remediar la tarde con las ganas y voluntad que demostró frente a otro de los
toros potables de Don Hugo, como fue «Tunante», un bravo castaño que se aburrió
de embestir sin ton ni son una muleta ayuna de alma, como fue la que nos
presentó el modesto “Maravilla”.
FICHA DEL FESTEJO
Feria de San Sebastián 2016. Sábado 30 de enero. IV
corrida de abono.
Con casi lleno en los tendidos (16000 personas aproximadamente)
en tarde muy calurosa y soleada, se han lidiado toros de RANCHO GRANDE (2º, 3º
y 6º), EL PRADO (4º, 5º y 7º) y SANTA ROSA (1º), este último para rejones, en
su conjuntos dispares de presencia, algunos de anovillado trapío, que sacaron a
relucir complicaciones propias de toros descastados y a menos.
Pesos: 440, 455, 445, 440, 458, 440 y 450 kilos.
ANDRÉS CHICA
(Vestido a la usanza portuguesa, chaquetilla fucsia)
Palmas
EL FANDI
(Caña y oro con cabos y remates en negro)
Palmas y palmas
“MARAVILLA”
(Celeste y oro)
Silencio y palmas
ROCA REY
(Sangre de toro y oro con cabos blancos)
Oreja y dos orejas
INCIDENCIAS: Destacaron en banderillas
Salvador Moreno y en la brega Fabián Ramírez. *** Esta tarde se cierra la
feria, con toros del Lic. Hugo Domingo Molina, para los diestros Enrique Ponce,
César Valencia y Andrés Roca Rey. *** El relato de la corrida lo puedes
escuchar a través de www.imaginacion961fm.com
y por Corandes 101.3 FM en el relato de
Don Rodrigo Rivas Viloria, los comentarios del Dr. Rubén Darío Villafraz, el
matador en retiro Jesús Colombo y Lic. Darwin Rosales Devia. Y por la noche,
por www.ecosdeltorbes.net a
partir de las 8:30 pm el remate de corrida dirigida magistralmente por Kike
Rosales, y el análisis del Dr. Villafraz junto al Dr. Alí Méndez Vázquez y Lic.
Víctor Eduardo Ramírez “Vitico”.
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