MARIBEL LLORENS DE BRANGER Y MARCOS ESTEBAN BRANGER |
REPORTAJE DE:
JESÚS RAMÍREZ "EL TATO"
El tiempo y la historia del toreo en Venezuela, parecen haberse detenido
en la finca carabobeña de Pira pira. Una historia que comienza entre dos amigos, don Juan Ernesto Branger y el ganadero de Mondoñedo, Fermín Sanz de
Santamaría, quienes asociaron ideas para abordar el camino de ganaderos de
reses de lidia cuando muy pocos apostaban la senda que ya tenían “Guayabita” y
“Los Aranguez”.
Los
esfuerzos de don Juan Ernesto fueron seguidos por los esposos Maribel
Llorens de Branger, de la Valencia del Cid de España y su esposo Marcos Esteban Branger,
de la Valencia del Rey venezolana, quienes tomaron las riendas de la ganadería
y que más tarde pasarían a la historia, al sentar las bases con la primera importación de reses de lidia de Portugal y España en 1973, impulsando así creación de la Estación Cuarentenaria de Los Taques en el estado Falcón.
Sin la Cuarentenaria no habría ganado de lidia en el país.
Los Branger adquirieron
vacas y sementales lusitanos de Pìnto Barreiro, españoles de Martínez Elizondo y colombianos de Mondoñedo y de Felipe Rocha. Además fundaron otra ganadería, la de los hermanos Branger.
“Tarapío” sirvió con vacas y sementales en la formación de ganaderías como “La Fundación”,
“Lecumberri”, “Bellavista”, “Vistahermosa” y “Río Seco”.
Y
en 1980, con lacooperación y conocimientos del maestro Antonio Chenel
“Antoñete” se produjo otra importación de España, en este caso de sementales de
Atanasio Fernández que ligaron extraordinariamente.
Fue el desaparecido maestro madrileño uno de los consentidos de la joven
ganadería. Allí en la hermosa finca pasaba sus veranos y se mentalizaba para
las temporadas españolas, entre bocanadas de humo y la verde vegetación de Pira
Pira.
También
la familia Girón ha encontrado en esta ganadería aposento para su formación,
descanso y lucha. El maestro Curro pasaba largos meses en la finca, igual que
su hijo Marco Antonio, quien prácticamente dio los primeros capotazos a una
vaca de casta en esta casa ganadera.
El
cartel ganadero de “Tarapío” en nuestras plazas lo han formado muchos de sus
toros con su casta y nobleza. Ejemplares como “Solitario” al que Curro Girón le
cortó una oreja, “Gracerito” lidiado por Curro Girón en Valle de la Pascua con
honores de vuelta al ruedo, “Lamparero” indultado por Celestino Correa en Valle
de la Pascua, “Negrito” bravísimo astado al que le dieron la vuelta al ruedo en
Maracaibo tras ser lidiado superiormente por el mexicano Antonio Lomelín el 20
de noviembre de 1.977, habiendo recibido la ganadería los premios de
triunfadora de dicho ferial, “Chivo meon” fue otro gran toro tarapieño que
inmortalizó el maestro “Antonñete” en la plaza de toros de Chivacoa en 1.978,
“Galeoto” fue indultado en la maestranza de Maracay por Bernardo Valencia el 18
de marzo de 1.984 igual que “Gavioto”, noble toro indultado por Bernardo
Valencia en la Feria del Sol en Mérida el 11 de febrero de 1.986 y que se
recuerda con una placa grabada en bronce en el patio de caballos de la plaza
“Román Eduardo Sandia”.
Francois Russian y su esposa María Luísa Branger. |
Adentrarse
en la trastienda de “Tarapío” es recurrir a un libro abierto a los triunfos y
los éxitos. Es como un viaje en el tiempo, donde se reflejan evoluciones,
tradiciones, estilos y comportamientos. Hoy los destinos de la divisa verde y
oro están en manos del agroindustrial Francois Russian y su esposa María Luísa
Branger. Ambos han conjuntado esfuerzos y optimismo para continuar el camino
trazado por los fundadores de la emblemática ganadería con enorme visión de
futuro.
Este
pareciera el año del retorno glorioso de “Tarapío”. Casta, bravura y nobleza en
ejemplares lidiados recientemente en el Club “El Placer” de Tejerías. Ahora la
expectativa aumenta en Maracay plaza de sus éxitos ganaderos, cuando se anuncia
para el domingo 2 de agosto con un meritorio cartel de toreros venezolanos que
necesitan del triunfo para seguir el espinoso camino del toreo.
En
las calles de la capital aragüeña la cartelería anuncia a Juan José Girón,
torero que ha sembrado sueños en la divisa carabobeña, Javier Silva que arriba
a sus 13 años de alternativa y “Leonardo de Maracay”, joven valor de arte y
sentimiento.
Regresa
“Tarapío” a Maracay con su tesoro genético de nobleza y bravura en medio de
gran expectativa y optimismo.
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