miércoles, 28 de enero de 2015

KIKE ROSALES “EL DIENTE ROTO”.



Pedro Emilio Coll nos regaló un cuento maravilloso, que a veces sirve como puente entre las cosas que vemos a diario y las sorpresas. Un muchacho recibió un “guijarro” en la boca,  “peñonazo” que le partió un diente  que le quedo en forma de sierra. El niño, llamado Juan Peña, decidió, pasar el resto de su vida acariciando con su lengua el diente roto.Poe su silencio la gente pensó que el muchacho era un filósofo. Lo llevaron a ser ministro y casi presidente, hasta que murió acariciándose el diente roto.
La novillada de la feria de San Sebastián lleva a muchos  de forma silente a tratar de sacar puntos sobre la misma. 
Veamos.
 Anunciada la ganadería del Palmar de la Sierra (entendiendo que no se le puede tomar como antigüedad su debut en Pueblo Nuevo, tres de sus novillos no fueron aprobados y el encierro debía ser completo según el reglamento) entonces  tuvieron que salir corriendo a conseguir, uno de la Consolación y los otros dos tanto del Prado como de Rancho Grande. La novillada resultó dispareja y para colmo de males, uno de los del Palmar de la Sierra le pusieron el nombre de “multado”, por mostrar el peso de solo 280kg estando por debajo del mínimo requerido.
Juan Gómez, Gonzalo Caballero y José Antonio Valencia (hijo) estuvieron ante el “remendado” encierro, Gómez que trató de agradar a su paisanaje sin poder “tocar pelo”, el español Caballero cortó una oreja a su segundo de la noche de la ganadería de Rancho Grande y José Antonio Valencia (hijo) quien se mostró vibrante también lo hizo igual ante el que cerraba plaza de la ganadería El Palmar de la Sierra.

Lo que puso a muchos a pensar es como se puede debutar en una novillada de una feria tan  importante con una ganadería que no puede tomar antigüedad porque tres de sus novillos fueron rechazados, además multando a uno de los que salio;asi como también con otros detalles, ver que el reloj de la plaza no funciona, que las astas no tenían las banderas y además que que el servicio de varas tiene  terriblemente escrito en su parte posterior la palabra “Baras”,que vendría siendo lo mismo que escribir burro con la otra  v ( la pequeña). Casi nos ocurre lo mismo que a Juan Peña en el diente roto, nos acariciamos con la lengua y  la boca cerrada y  no por pretender ser pensantes, es que cuesta explicar tantos desaciertos a la vez que duelen más que el mismo diente roto…

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