CURRO GIRÓN, orgullo de América hizo del ruedo de Madrid el patio trasero de su casa |
CURRO GIRÓN,
FIGURA DEL TOREO
A 27 años de su
muerte
EL VITO
Si nos preguntan qué torero representa el perfil de figura
del toreo, responderíamos que Curro Girón lo encarnaría, sin necesidad de
ajustes improvisados.
Todo en él era
natural, además, propio.
Tan natural su actitud,
que siempre se distinguió entre sus competidores; porque fue figura allá
en Europa como en las plazas importantes de nuestra América. Hombre de simpatía
genuina que con su gracia natural se colocaba en el centro de la atención en
cualquier reunión. Hablar de toros con Curro, era delicioso. Además del
ingrediente de su experiencia, salpicaba la plática con anécdotas reveladoras
de situaciones por el vividas.
Viene hoy a estas páginas su recuerdo, porque conmemoramos
de su partida, cuando teniendo varios contratos firmados para actuar en México bajo
el apoderamiento de nuestro paisano Rafael Báez, se fue de este mundo dejando
inconclusa la temporada de 1988 aquella noche del 28 de enero.
Consideramos que Curro Girón, amables y pacientes lectores,
porque un torero se califica además de sus resultados en las plazas dónde
actúa, por la medida de la estatura y jerarquía de con quienes realizado su
carrera profesional; y, sobre todo, competido.
Curro y César en Madrid, entre los dos 12 salidas a hombros por la Puerta Grande de Las Ventas. Los dos envueltos por la bandera de Venezuela, caso único en la Historia |
Cuando Curro entra en la escena histórica del escenario de su brillante carrera,
encuentra en el escalafón de matadores de toros a Pepe Luis Vázquez, Luis
Miguel Dominguín, Manolo González , Rafael Ortega, Pepín Martín Vázquez y
Antonio Ordóñez como capitanes del grupo español de figuras del toreo que contaba
con figuras como Pedrés, Litri, Julio Aparicio, Antonio Chenel “Antoñete”, Manolo
Vázquez, Diego Puerta, Paco Camino y Curro Romero, además del imbatible Manuel
Benítez “El Cordobés”.
Alternó con todos y con todos pudo.
Su hermano César vivía la intensidad de su legítimo
estrellato. Su competencia con Luis Sánchez Olivares “El Diamante Negro”,
Joselito Torres y César Faraco llenaban el momento más importante de nuestra
historia en el momento más importante de nuestra historia taurina.
Cuando Curro Girón daba sus primeros pasos en la profesión,
en México, nación taurina por excelencia
siempre muy ligada a Venezuela por sus toros y sus toreros, tenía una baraja
variada de toreros importantes. Era la época de Manuel Capetillo, que le
marcaba el paso a grandes figuras del toreo universal. Eran los días de Juan Silveti,
torero consagrado en España por sus triunfos en Madrid. Eran los días de la
moda impuesta por el maestro Alfonso Ramírez “El Calesero”, Rafael Rodríguez
“El volcán de Aguascalientes” Humberto Moro, Antonio del Olivar … y más tarde le
abrirían las plazas para el caudal de pasiones que provocarían Manolo Martínez,
Eloy Cavazos, Mariano Ramos y Curro Rivera. Eran ellos los que cortaban el bacalao, y Curro Girón alternó
y pudo con todos.
Lo mismo ocurrió con la gran figura de Colombia el maestro Pepe
Cáceres que vivía su rivalidad local con Joselillo de Colombia, sembrador de la
fiesta de los toros en muchas ciudades de Venezuela y que aún espera la
justicia del reconocimiento. Cáceres y Curro tuvieron encuentros llenos de
pasión en Maracay, Caracas y diversas plazas venezolanas y cada uno sembró
peñas alrededor de sus nombres, como nunca antes había ocurrido.
En Cali este par de auténticos maestros llenaron toda una
época inolvidable para los aficionados. En aquella época Portugal estaba
representada por sus dos grandes toreros, Manolo dos Santos y Paco Mendes.
Figurones del toreo a los que el de Maracay puso firmes en el terreno de la
competencia que abarcaba desde Madrid a Lima cruzando Sevilla, Bogotá y México.
Con todos estos grandiosos toreros compitió el irreverente
venezolano, y lo hizo en las plazas de ellos y ante sus aficiones y frente a
los toros de aquellas latitudes ya que en Venezuela no existía el toro de
lidia.
Curro Girón vivió
como figura, que fue: tuvo los mejores coches, habitó en las mejores casas, más
bellas mujeres escribieron apasionantes páginas en su vida y los mejores
toreros estuvieron en su cuadrilla como lo hicieron su hermano Rafael, Carlos
Saldaña, Rigoberto Bolívar, Vicente Aray “Chamaquito”, Mario González en
Venezuela porque en España Andrés Luque Gago le acompañó en sus temporadas como
putero. Más tarde Enrique Bernedo “Bojilla”. Al picador “Chavito” lo bajó del
caballo y lo convirtió en su apoderado, sustituyendo a Fernando Gago.
Aquellos que sostienen la jerarquía de un torero en cifras o
acontecimientos satisfarán sus exigencias y no dudo que han de calificar el
rango a Curro, con sus cinco salidas a hombros en Las Ventas, los triunfos en
la Maestranza de Sevilla. Éxitos continuados en Pamplona. En Lima dos años conquistador
del Escapulario de Oro del Señor de los Milagros. Tardes de cuatro orejas y dos
rabos en la Feria de Cali, una pata entre los muchos éxitos en Manizales y
triunfos arrolladores en Medellín.
En Venezuela no tuvo rivales entre los nacionales o los
visitantes: fue el amo de La Pluma de Oro en el clásico de la temporada
nacional, La Corrida de la Prensa y fue triunfador permanente de San Cristóbal,
Maracaibo y Valencia donde escribió páginas muy destacadas en los anales de la
Historia de la Monumental de El Palotal.
Ángel Escobar “Bola de Nieve”, célebre Mozo de Espadas
venezolano que de joven se dio el lujo de vestir y servirle las espadas al
maestro vallisoletano Fernando Domínguez,
vistió por primera vez a Curro Girón en el Hotel Potomac de San Bernardino
cuando reapareció como matador de toros
en el Nuevo Circo el 3 de febrero de 1957. Fueron toros del doctor Manuel
Labastida, toros berrendos de Santo Domingo. Cuenta en la ya mencionada
biografía Curro, “Yo Girón”, que “esa fue la corrida de toros más importante de
mi vida.” Fue el triunfador: cuatro orejas y un rabo y salida a hombros en
compañía de César y de Rafael, una oreja cada uno. Allí se encontraron
sentimientos, recuerdos e ilusiones.
El 17 de febrero del 57, Curro Girón toreo una corrida de toros
de Santacilia con Antonio Ordóñez y Alfonso Ramírez “Calesero”. Cartelazo con
dos grandes, dos históricos de la fiesta. “El Calesero”, torero de
Aguascalientes al que anunciaban como “el poeta del toreo”, tuvo a su servicio,
antes de esta su reaparición en Caracas a
“Bola de Nieve”. El Calesa como Fernando Domínguez fueron muy
aficionados al flamenco, el de Valladolid lo bailaba casi tan bien como toreaba
con el capote y el de México con su improvisación de coplas y fandangos
competía en ingenio de improvisación con el negro “Bola de Nieve”. Los íntimos
disfrutaban de las cosas de estos
artistas, ante los que Ángel Escobar no se quedaba corto.
Luego de triunfos que consolidaron su condición de matador
de toros de jerarquía en España, Curro confirmó su alternativa en Madrid. Ha
sido la Plaza de Madrid, ya fuera la antigua de La Carretera de Aragón o la
actual de Las Ventas del Espíritu Santo, un bastión incuestionable para poder
ser considerado el torero una figura de la fiesta o, Maestro del Toreo. Bastión
que debe ser tomado por el triunfo,
éxito subrayado con la salida a hombros por la Puerta Grande.
Nelson Arreaza, apreciado e infatigable investigador de los
números en la Fiesta de los Toros ha sido considerado como el ordenador del
toreo nacional. Especie de Disco Duro de los toros en Venezuela, a quien
recurrimos con frecuencia para ordenarnos en nuestras apreciaciones,
comparaciones y reportajes.
A continuación cifras y datos suministrados por este
distinguido investigador, referidas a las actuaciones de Curro Girón en Las
Ventas de Madrid.
Fue su debut en Las Ventas, arena que no pisó de
novillero, el 12 de junio de 1958 con
una corrida del ganadero salmantino Antonio Pérez de San Fernando. Tarde de
debut, día de consagración. Curro Girón, ese día tan importante para un torero,
cortó tres orejas. Una al toro de la alternativa, y dos en el sexto de la
tarde; además, abrió la Puerta Grande. Trofeos y reconocimiento que consagran a
un gran torero. Aquella tarde de San Isidro el rejoneador Josechu Pérez de
Mendoza abrió plaza con el sevillano
Manolo Vázquez y el madrileño Ramón Solano “Solanito”, que meses antes había
tomado la alternativa con Manolo Vázquez de padrino. “Solanito” terminaría su carrera de
banderillero a las órdenes de Efraín Girón. Manolo Vázquez, gran figura del
toreo y aunque sevillano de cuna fue un
madrileño de corazón.
Otras tardes memorables de Curro en Las Ventas de Madrid
fueron:
15 de mayo de 1959, dos orejas al segundo toro de la ganadería
del duque de Pinohermoso. Alternó esa tarde con Antonio Bienvenida y Luis
Segura. Curro Girón salió a hombros por la Puerta Grande;
30 de mayo de 1959, Feria de San Isidro un toro
de Juan Cobaleda, una oreja a su primer
toro y vuelta al ruedo, en la lidia de su segundo astado.
21 de mayo de 1961, ante toros de Pablo Romero, Curro
Girón cortó una oreja, alternando con Gregorio Sánchez y Jaime Ostos;
8 de junio de 1961,
Corrida de la Beneficencia, con la presencia del Jefe de Estado,
Generalísimo Francisco Franco y su esposa Carmen Polo de Franco toros de Samuel
Flores triunfo grande una oreja en el primer toro y las dos orejas del segundo
. Curro Girón fue el triunfador, saliendo a hombros por la Puerta Grande:
22 de junio de 1961, Corrida del Montepío de Toreros, toros de Barcial Cobaleda.
Alternaron esa tarde Gregorio Sánchez, Curro Girón y Santiago Martín “El Viti”.
Los tres toreros fueron premiados cada uno con una oreja, fueron ovacionados y
sacados a hombros. Curro Girón, cortó una oreja en su primero y escuchó palmas
en su segundo; 6 de julio de 1961, en la
Corrida de la Prensa alternó con Diego Puerta y Curro Romero, lidiando
reses de la ganadería de Doña María Teresa de Oliveira:
14 de junio de 1962, en la Plaza Monumental de Las
Ventas de Madrid, se realizó la corrida a beneficio del Montepío de Toreros. Se
lidiaron toros de la ganadería de don Antonio Pérez de San Fernando para los
diestros Gregorio Sánchez, Curro Girón y Santiago Martín “El Viti”. Curro Girón
le realizó una gran faena al quinto toro, cortándole una oreja, siendo el
triunfador esa tarde. Los tres espadas torearon de manera desinteresada
apoyando esa noble causa. Curro Girón siempre estuvo dispuesto a torear a favor
de los más necesitados, colaborando con las instituciones benéficas.
4 de julio de1963
Corrida de la Prensa toros de Alipio Pérez-Tabernero Sanchón para l César Girón, Pedro Martínez “Pedrés”, Curro
Girón y Curro Romero. Los toreros escucharon ovaciones toda la tarde. Curro
Girón, cortó una oreja a cada uno de sus toros, saliendo a hombros de la
multitud por la Puerta Grande
14 de junio de 1962 Corrida del Montepío de Toreros,
toros de don Antonio Pérez de San
Fernando para Gregorio Sánchez, Curro Girón y Santiago Martín “El Viti”. Curro
Girón le realizó una gran faena al quinto toro, cortándole una oreja, siendo el
triunfador esa tarde.
15 de mayo de
1967 toros de Pablo Romero, para
Rafael Ortega, Curro Girón y Manuel Cano “El Pireo”. Curro Girón a su primer
toro, le cortó una oreja. Luego, al quinto toro de la tarde, lo toreó muy bien,
matándolo de una gran estocada, sin puntilla, premiándose su labor con una
oreja. Fue el triunfador esa tarde, saliendo a hombros por la Puerta Grande.
En el registro de
Nelson Arreaza tenemos que Curro Girón toreó 33 tardes en Las Ventas, cortó 22
orejas y mató 66 toros. Curro Girón salió 5 veces a hombros en Madrid.
Con semejante pergamino ¿Habrá quien dude que Curro
Girón tuvo bien ganada la jerarquía de
figura del toreo?
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