ANTONIO SUÁREZ
La forja de un rebelde
Este
tachirense, Médico Cirujano radicado en Madrid con la única ilusión de
convertirse en matador de toros … le sobran las condiciones
EL VITO
Cuando
a los 20 años un hombre se enfrenta a una encrucijada que le exige una decisión
en la que está en juego, como si de un azar se tratara, el destino de su vida,
surgen confundidos y revueltos la de Jacques
Monod, El azar y la necesidad, y
todo el existencialismo de Jean Paul
Sartre.
El
toreo es mucho más que azar, cuando es vocacional…
Es
lo vivido y ya decidido por Antonio
Suárez.
Médico
Cirujano con la certidumbre en el horizonte existencial de un porvenir asegurado,
al emprender un camino que ha de andar con la plenitud de la incertidumbre de
llegar a ser matador de toros.
-Vivo
convencido de lo que dejé atrás, siento la plenitud por ser lo que soy porque
quiero ser lo que me propongo.
El
camino no ha sido fácil para Antonio, que creció entre libros de medicina
confundidos entre los carteles de toros de las temporadas organizadas por su padre Amenodoro
Suárez, Médico – Otorrino, reconocido y muy aficionado, t que invirtió
tiempo salud y vida aderezados por los disgustos en funciones de empresario
taurino.
Hace
tres años luego de una influyente pasantía por la Escuela Taurina de San
Cristóbal con el maestro César Faraco,
Antonio ya con el título de Médico Cirujano en la espuerta, decidió viajar a
España. Por allá le vimos la tarde que
en Casa de Campo se presentó ante los maestros de la Escuela de Madrid
el novillero, también tachirense, Jesús
Enrique Colombo. Para esa época
gracias a El Gallo de Morón,
Antonio había hecho campo en Portugal en la ganadería de Fernando dos Santos.
Aquel día de la presentación de Jesús Colombo, Juan Lamarca del Círculo
Bienvenida convertido en gran defensor de los toreros venezolanos le invitó
a la ganadería de los Hermanos Pérez
Guillena donde dejó la mejor de las impresiones al grupo de venezolanos que
asistían al Congreso Internacional del Bienvenidismo en Las Ventas de Madrid.
De
aquella fecha a hoy Antonio Suárez ha toreado 23 novilladas en España, el doble
de las que le exigen para dar el paso al profesionalismo. Es decir, a ingresar
en el escalafón de Novilleros con Caballos. Es por ello, por prepararse para
convertirse en profesional que está en
Venezuela, necesita introducir los papeles como ocurrió con Colombo, y ha hecho
Manolo Vanegas los dos novilleros del Táchira que muy pronto han de cambiarle
el rostro del toreo a Venezuela.
Nos
cuenta que mientras llega la fecha, se prepara intensamente en el campo gracias
a Hugo Domingo Molina que le ha
preparado tres tentaderos. Hugo Alberto Molina
le tiene reservado un toro.
-
Le
estoy muy agradecido al ganadero don Juan
Campolargo, donde estuve en compañía de los matadores Erick Cortéz y Eduardo
Valenzuela y de Manolo Muñoz.
Viví momentos muy bonitos, es especial con una gran vaca de Campolargo ante la que me sentí muy a
gusto.
-
Ricardo Ramírez, quien me dio mi
primera novillada en España cuando era empresario del coso de Los Califas, me
invitó para un tentadero próximo a realizarse. También tengo la oferta de ir a La Cruz de Hierro, gracias a una
invitación del ganadero Pedro
Echenagucia y a Carora, a la ganadería de Los Aránguez .
A diario Antonio entrena
con intensidad, vive como si el compromiso definitivo fuera mañana.- Sé que
Venezuela dejó de ser el señuelo atractivo que existía hace veinte años para en
un invierno devolverle a un apoderado el dinero invertido. Quiero ser matador
de toros para España y para el mundo. No entiendo la profesión de otra forma,
sino de vivir en permanente aprendizaje, entrega en la formación y la
preparación.
Y Venezuela, su afición,
le espera con ilusión a este torero que nos promete el Táchira, así como a sus
paisanos Manolo Vanegas y Jesús
Enrique Colombo.
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