domingo, 23 de noviembre de 2014

ANTONIO SUÁREZ ANTE EL AZAR O LA NECESIDAD EXISTENCIAL DECIDIÓ QUE SERÁ TORERO

ANTONIO SUÁREZ
La forja de un rebelde


Este tachirense, Médico Cirujano radicado en Madrid con la única ilusión de convertirse en matador de toros … le sobran las condiciones




EL VITO

Cuando a los 20 años un hombre se enfrenta a una encrucijada que le exige una decisión en la que está en juego, como si de un azar se tratara, el destino de su vida, surgen confundidos y revueltos la de Jacques Monod, El azar y la necesidad, y todo el existencialismo de Jean Paul Sartre.
El toreo es mucho más que azar, cuando es vocacional…
Es lo vivido y ya decidido por Antonio Suárez.


Médico Cirujano con la certidumbre en el horizonte existencial de un porvenir asegurado, al emprender un camino que ha de andar con la plenitud de la incertidumbre de llegar a ser matador de toros.
-Vivo convencido de lo que dejé atrás, siento la plenitud por ser lo que soy porque quiero ser lo que me propongo.
El camino no ha sido fácil para Antonio, que creció entre libros de medicina confundidos entre los carteles de toros de las temporadas organizadas por su  padre Amenodoro Suárez, Médico – Otorrino, reconocido y muy aficionado, t que invirtió tiempo salud y vida aderezados por los disgustos en funciones de empresario taurino.
Hace tres años luego de una influyente pasantía por la Escuela Taurina de San Cristóbal con el maestro César Faraco, Antonio ya con el título de Médico Cirujano en la espuerta, decidió viajar a España. Por allá le vimos la tarde que  en Casa de Campo se presentó ante los maestros de la Escuela de Madrid el novillero, también tachirense, Jesús Enrique Colombo. Para esa época  gracias a El Gallo de Morón, Antonio había hecho campo en Portugal en la ganadería de Fernando dos Santos. Aquel día de la presentación de Jesús Colombo, Juan Lamarca del Círculo Bienvenida convertido en gran defensor de los toreros venezolanos le invitó a la ganadería de los Hermanos Pérez Guillena donde dejó la mejor de las impresiones al grupo de venezolanos que asistían al Congreso Internacional del Bienvenidismo en Las Ventas de Madrid.
De aquella fecha a hoy Antonio Suárez ha toreado 23 novilladas en España, el doble de las que le exigen para dar el paso al profesionalismo. Es decir, a ingresar en el escalafón de Novilleros con Caballos. Es por ello, por prepararse para convertirse en  profesional que está en Venezuela, necesita introducir los papeles como ocurrió con Colombo, y ha hecho Manolo Vanegas los dos novilleros del Táchira que muy pronto han de cambiarle el rostro del toreo a Venezuela.
Nos cuenta que mientras llega la fecha, se prepara intensamente en el campo gracias a Hugo Domingo Molina que le ha preparado tres tentaderos. Hugo Alberto Molina le tiene reservado un toro.
-       Le estoy muy agradecido al ganadero don Juan Campolargo, donde estuve en compañía de los matadores Erick Cortéz y Eduardo Valenzuela y de Manolo Muñoz. Viví momentos muy bonitos, es especial con una gran vaca de Campolargo ante la que me sentí muy a gusto.
-       Ricardo Ramírez, quien me dio mi primera novillada en España cuando era empresario del coso de Los Califas, me invitó para un tentadero próximo a realizarse. También tengo la oferta de ir a La Cruz de Hierro, gracias a una invitación del ganadero Pedro Echenagucia y a Carora, a la ganadería de Los Aránguez .
A diario Antonio entrena con intensidad, vive como si el compromiso definitivo fuera mañana.- Sé que Venezuela dejó de ser el señuelo atractivo que existía hace veinte años para en un invierno devolverle a un apoderado el dinero invertido. Quiero ser matador de toros para España y para el mundo. No entiendo la profesión de otra forma, sino de vivir en permanente aprendizaje, entrega en la formación y la preparación.


Y Venezuela, su afición, le espera con ilusión a este torero que nos promete el Táchira, así como a sus paisanos Manolo Vanegas y Jesús Enrique Colombo.  






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