miércoles, 27 de agosto de 2014

LA CRÍTICA DE LA PRESA EN JAEN RECONOCE LA VALÍA DE JESÚS ENRIQUE COLOMBO

Novilleros en la dura escuela del toro 

Publicado en Linares
Escrito por  27 Agosto 2014

Carlos Enrique Carmona, Jesús Enrique Colombo, Adrián Grande y Curro Moreno.
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Carlos Enrique Carmona, Jesús Enrique Colombo, Adrián Grande y Curro Moreno.Díaz MartínPLAZA DE TOROS DE SANTA MARGARITA
Ganado: Se lidiaron cuatro erales de Enrique Ponce, con buena presentación. Los dos primeros sacaron clase, aunque sin ser fáciles. El tercero manseó y el cuarto tuvo bastantes complicaciones.
Novilleros: Curro Moreno, vuelta al ruedo.- Adrián Grande, vuelta al ruedo.- Carlos Enrique Carmona, vuelta al ruedo. - Jesús Enrique Colombo, una oreja.
Incidencias: Casi media plaza en la novillada sin caballos y el desencajonamiento de las corridas de la Feria de San Agustín organizada por 3 J Jaén Toros. Fue en una tarde calurosa. Al finalizar el festejo, Jesús Enrique Colombo entró en la enfermería después de quedar conmocionado al ser prendido por el animal.

La escuela del toro es dura. Hiere y deja sinsabores. A veces, se puede pensar que los deberes están bien hechos, pero el público calla, por lo que no se transmite. Aprender el toreo es muy difícil y, lo peor, el toro da pocas clases. Por eso, para los jóvenes, ser maestro resulta un sueño porque la escuela no se lo pone nada fácil. 

Jesús Enrique Colombo sabe hacer muchas cosas y, además, llegan a los tendidos. El venezolano cortó la única oreja de una exigente y, en ocasiones, complicada novillada del maestro Enrique Ponce. El venezolano se puso de rodillas para recibir al eral con dos largas cambiadas. Mueve bien el capote a la verónica y, también, banderillea. No lo hace perfecto, pero no hay que olvidar que es alumno y no maestro. Sin embargo, llega al público, que no es sencillo. Ya se le vieron detalles en un quite por gaoneras. Con la muleta, sabe dónde está el sitio y corre bien la mano. También sabe sufrir, ya que se llevó dos volteretas (la última al entrar a matar) que hicieron que se tambaleara él antes que el novillo. Le falta torear despacio, trazar curvas y embeber al animal. No obstante, es alumno aventajado. Tampoco el animal fue nada fácil. Dejó una buena imagen.

Abrió la tarde Curro Moreno, de Baeza, que quiso hacer bien el toreo. Lo paró suave con el capote y lo llevó con suavidad a los medios con la muleta. Dejó una interesante serie al natural y acabó con dotes comunicativos al tendido. Estampó manoletinas y molinetes antes de doblarse por bajo y usar la espada. Le faltó algo de conexión con el tendido. Todo se aprende. Dio la vuelta al ruedo. Adrián Grande paró a su eral con poder y habilidad. Lo llevó con mucha suavidad con la diestra pulseándolo siempre a media altura. Llega a los tendidos y sabe moverse bien en los terrenos. Aprende rápido, lo que es una gran ventaja. El novillero de Jódar terminó con circulares invertidos. Al igual que Curro Moreno, no mató bien, por lo que se quedó sin premio. A Carlos Enrique Carmona le tocó un novillo muy complicado. Tuvo una terrible querencia, lo que complica la vida mucho a un joven espada. Cuando se le cambiaban los terrenos, se iba a toriles. Y cuando el torero pisaba los terrenos que el animal quería, protestaba, se colocaba y se lo quería comer. Carlos Enrique Carmona le brindó el eral a su padre, el matador de toros de Linares Lázaro Carmona. Tiene buen concepto y, cuando hizo falta, sacó raza. También dio la vuelta al ruedo.
Hubo alrededor de media plaza. Los abonados pasaban gratis, aunque también se veía a público que llegó para apoyar a Adrián Grande y a Curro Moreno desde Jódar y Baeza. La empresa 3 J Jaén Toros recupera, además, el desencajonamiento con una novillada de jóvenes valores.
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