BOLETÍN DE PRENSA
En los últimos tiempos hemos
visto cómo han ido avanzado los grupos anti-taurinos y también cómo los
partidos políticos han convertido el tema de la Fiesta de los Toros en un
simple botín político, sin analizar de manera alguna sus antecedentes
históricos y sus valores culturales y artísticos. Cataluña ha sido el
parteaguas de la prohibición de las corridas de toros, y a partir de ello se ha
desatado un desenfrenado ataque a la Fiesta Brava pero, más aún, a LA
LIBERTAD.
Colombia ahora mismo vive un
ataque brutal, toda vez que el alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, en junio del
2012 empezó por buscar que no se mataran los toros en las corridas, lo cual
atentaba desde luego a lo establecido en la Ley 916 del 2004 y en la propia
Constitución de 1991, y al no estar de acuerdo con ello la Corporación Taurina
de Bogotá, arrendataria de la Plaza Santa María, pues eso implicaría mutilar
una de las partes más importantes del desarrollo de la lidia, el alcalde Petro
decidió entonces dar por terminado de manera unilateral el contrato de
arrendamiento con la citada empresa y, como consecuencia de dicho acto, se dio
una prohibición de hecho, no de derecho, a la celebración de las corridas de
toros en Bogotá, ya que como dicho coso es propiedad del gobierno, desde
entonces se le ha venido dando un uso distinto. A la fecha solo queda esperar a
que la Corte Constitucional resuelva la acción de tutela que ejerció la empresa
Corporación Taurina de Bogotá, por la terminación unilateral del contrato de
arrendamiento por parte del Alcalde Petro.
Deseamos de todo corazón que LA
LIBERTAD se imponga a los caprichos y deseos arbitrarios de un gobernante,
y que la Fiesta de los Toros recobre en Bogotá la grandeza que siempre le ha
caracterizado.
Por último, manifestamos
nuestra total solidaridad, respeto, admiración y apoyo a los valientes
novilleros colombianos en huelga de hambre, quienes también luchan por LA
LIBERTAD.
México, D.F., a 27 de agosto
de 2014
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