martes, 31 de diciembre de 2013

La Porra de México"De pena ajena… “



Eduardo Rodríguez Diez.

Decía un escrupuloso y extraordinario ganadero “que para dar una vuelta al ruedo como ganadero, había que dar cien vueltas a los potreros”; y viene esta mención a mi memoria, porque por más que lo intenté, no me imagino a Don Antonio Llaguno o a los señores Madrazo; esos señorones de la cabaña brava mexicana, dándose coba y salir de su palco para aplaudir como energúmenos a cada uno de sus toros en el arrastre. Qué triste y vergonzosa imagen ver a un ganadero haciendo esto y no reconocer y tener autocrítica para darse cuenta que de los ocho astados que se lidiaron ayer por la tarde, solamente dos caminaron y que el resto fueron una verdadera basura, como explicarle que una golondrina no hace verano; pero como dicen por ahí, hasta en los perros hay razas y clases, esto hubiese sido mucho pedir a un ganadero que está acostumbrado a la coba, misma que es alimentada por los que se dicen eruditos y entendidos en esto del toro. No nos sorprendamos si por ahí en algún portal o periódico se dice que el regreso de De Haro a la monumental fue un éxito rotundo, que triunfó el toro bravo y que ese es el toro que deberían de torear las figuras; seguro algún “chalao” que hay muchos por ahí a estas horas ya se atrevió a decir o escribir por ahí esto que comento. En fin cuanta mentira y cuanta coba hay en esto del toro… Dan pena ajena… Ayer, lastimosamente corroboré que efectivamente tenemos la fiesta que nos merecemos como aficionados; y que si los cronistas de la televisión dicen barbaridades, en el tendido de la plaza estamos peor de jodidos… Puedes escuchar desde un “ya torea maricón” cuando el toro no tiene un pase, hasta aplaudir en el arrastre como ocurrió con el sexto de la tarde por que el torero no pudo terminar dignamente con la vida del astado y el “respetable” se puso del lado del toro sin importarle que se quedaba corto, que gazapeaba, que terminaba distraído y con la cara arriba, que nunca se empleo y que no mostró jamás clase en la embestida, que desde el capote tiraba el derrote seco y arriba de la esclavina; no, eso en pocas palabras le vale madre al “aficionado” de hoy; le importa un verdadero pepino, si el toro mete la cabeza o no, si se entrega en el engaño o no, si tiene clase en la embestida o no; si tiene nobleza o no; los defectos que pueden –y que tuvieron seis de los ocho toros de ayer- tener los toros les tienen sin cuidado, para ellos, con que el toro tenga “motor” y movilidad, con eso creen que se pueden hacer faenas de setenta pases ligados, con temple y con arte. ¡Qué fácil se ve el toreo con diez cervezas encima y cómodamente sentado desde una barrera! Se siente ahora más que nunca esa lejana época en donde para poder criticar la actuación de un torero, había que analizar y conocer las condiciones de los toros. Esos aficionados son los que ya no van más a la plaza, tristemente son una especie en extinción… Hoy confunden genio con bravura, nobleza con docilidad y temperamento con casta cuando en el toreo ninguna de estas palabas son sinónimos… Ayer Federico Pizarro con 20 años de alternativa, regresó por sus fueros con una faena a su primero de altos vuelos, con temple desde el capote, toreando bien a la verónica y metiendo y enseñándole al toro por donde debía de dirigir sus embestidas con la muleta. En la primera serie, en un doblón, el toro que no era un perita en dulce le echó mano, dándole un revolcón de miedo del que se levantó el torero sin verse la ropa, Había que poderle al de De Haro y aguantarle, así lo hizo Federico imponiéndose al bonito cárdeno con series de muletazos largos, templados y sentidos que de inmediato calaron en el tendido; trazos llevando siempre bien toreado al animal y dejándole la muleta en la cara para que no viera más que el engaño, el toro rompió a bueno y sinceramente tengo que decirlo me sorprendió gratamente Federico con ese toreo de entrega. Se fue por el acero y despachó a su enemigo de una entera; la petición fue mayoritaria y el juez en turno le otorgó la oreja, el público enardecido, quería el segundo apéndice el cual la autoridad no concedió por lo que fue abroncado. Le llamaban ratero y mil lindezas mas a Don Gilberto que estoicamente –raro en el- aguanto la bronca y no soltó el segundo trofeo; un aficionado de barrera le gritó “juez hijo de la chingada, si no apoyas a los toreros jóvenes que empiezan que fiesta nos espera”. Ahora entienden por qué comento que tenemos la fiesta que como aficionados merecemos, si vamos a una plaza y no sabemos qué Federico no es un joven, que tiene 20 años de alternativa y que no empieza en esto, que este era o es su último tren para verdaderamente figurar en nuestra fiesta, entonces estamos jodidos… Alternaban con Federico, el torero de Michoacán, Pepe López y Ricardo Rivera de Colombia, ambos con seis años de haber tomado su alternativa. A López le toco lo malo del encierro y se le notó sin sitio, obvio con tres corridas lidiadas en todo el año, estaba verdaderamente complicado pedirle más. Regaló un séptimo toro el cual tuvo calidad en sus embestidas aunque su presencia desentonó en relación a la de sus hermanos. López decidido y entregado, brindó una faena con derechazos y redondos que fueron jaleados por el público asistente, una faena con buenos muletazos, el público estaba deseoso de verlo triunfar, tras muletazos en redondo por la espalda, López se fue por la espada y cobró un estoconazo que hizo rodar sin puntilla y espectacularmente al astado. Se solicitó la oreja que el juez concedió, de nuevo solicitaron el segundo trofeo, el juez lo negó y en su lugar mandó un inexplicable y exagerado arrastre lento a los restos mortales del toro, el ganadero eufórico sobre el estribo dentro del callejón, aplaudía a su toro como si hubiese sido este un dechado de bravura. López recorrió el anillo entre aclamaciones y a nosotros nos seguía asaltando la duda. Si este torero ya había indultado un toro en la México y no ha pasado nada en su carrera, ¿Qué esperar con esta oreja? ¿Le abrirá camino en el interior de la república o llegará a La México el próximo diciembre con la misma cantidad de festejos que este año? Hoy en día cortar una oreja en la plaza más importante de México ¿Qué repercusión tiene y tendrá en el interior? Le pudieron haber dado el rabo a López o volver a indultar al toro, pero realmente y siendo honestos, como Pepe hay 500 chavales iguales y con la camada que viene empujando fuerte, ¿Esta oreja de que manera le servirá o impactará en su carrera? Es mi deseo equivocarme y que López me callara la boca, pero… Ricardo Rivera cerraba la tercia, en el de su confirmación estuvo bien en verónicas, con pundonor intentó hacerle faena logrando pases de calidad, sin embargo no terminó de agradar, con dudas y con falta de sitio. Su segundo infumable malo, descastado, soso, un verdadero asco, mal matando escuchando dos avisos, y en el de regalo con entrega, queriendo agradar y haciendo las cosas bien, sin embargo el toro no se prestó al lucimiento para ser despedido con aplausos. Otro torero que pasa sin pena ni gloria por el magno escenario. Así las cosas en la cantina más grande de México, -perdonen ustedes- en la plaza México, a la que asiste un público pachanguero y villamelón que no tiene ni el mínimo conocimiento del toro; y un torero que quiere revivir viejas glorias, con entrega y pundonor y al que hay que seguirle dando toros. Un abrazo y suerte para todos. Porra México A.C. Eduardo Rodríguez Diez Presidente “El toreo es el único arte fugaz que impacta de un solo golpe todos tus sentidos y el único capaz también de llegarte con una sola imagen a lo más profundo de tu corazón”"

Porra México A.C.
Eduardo Rodríguez Diez
Presidente
“El toreo es el único arte fugaz que impacta de un solo golpe todos tus sentidos y el único capaz también de llegarte con una sola imagen a lo más profundo de tu corazón”
 







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