Eduardo
Rodríguez Diez.
Decía
un escrupuloso y extraordinario ganadero “que para dar una vuelta al ruedo
como ganadero, había que dar cien vueltas a los potreros”; y viene esta
mención a mi memoria, porque por más que lo intenté, no me imagino a Don
Antonio Llaguno o a los señores Madrazo; esos señorones de la cabaña brava
mexicana, dándose coba y salir de su palco para aplaudir como energúmenos a
cada uno de sus toros en el arrastre. Qué triste y vergonzosa imagen ver a un
ganadero haciendo esto y no reconocer y tener autocrítica para darse cuenta
que de los ocho astados que se lidiaron ayer por la tarde, solamente dos
caminaron y que el resto fueron una verdadera basura, como explicarle que una
golondrina no hace verano; pero como dicen por ahí, hasta en los perros hay
razas y clases, esto hubiese sido mucho pedir a un ganadero que está
acostumbrado a la coba, misma que es alimentada por los que se dicen eruditos
y entendidos en esto del toro. No nos sorprendamos si por ahí en algún portal
o periódico se dice que el regreso de De Haro a la monumental fue un éxito
rotundo, que triunfó el toro bravo y que ese es el toro que deberían de
torear las figuras; seguro algún “chalao” que hay muchos por ahí a estas
horas ya se atrevió a decir o escribir por ahí esto que comento. En fin
cuanta mentira y cuanta coba hay en esto del toro… Dan pena ajena… Ayer,
lastimosamente corroboré que efectivamente tenemos la fiesta que nos
merecemos como aficionados; y que si los cronistas de la televisión dicen
barbaridades, en el tendido de la plaza estamos peor de jodidos… Puedes
escuchar desde un “ya torea maricón” cuando el toro no tiene un pase, hasta
aplaudir en el arrastre como ocurrió con el sexto de la tarde por que el
torero no pudo terminar dignamente con la vida del astado y el “respetable”
se puso del lado del toro sin importarle que se quedaba corto, que gazapeaba,
que terminaba distraído y con la cara arriba, que nunca se empleo y que no
mostró jamás clase en la embestida, que desde el capote tiraba el derrote
seco y arriba de la esclavina; no, eso en pocas palabras le vale madre al
“aficionado” de hoy; le importa un verdadero pepino, si el toro mete la
cabeza o no, si se entrega en el engaño o no, si tiene clase en la embestida
o no; si tiene nobleza o no; los defectos que pueden –y que tuvieron seis de
los ocho toros de ayer- tener los toros les tienen sin cuidado, para ellos,
con que el toro tenga “motor” y movilidad, con eso creen que se pueden hacer
faenas de setenta pases ligados, con temple y con arte. ¡Qué fácil se ve el
toreo con diez cervezas encima y cómodamente sentado desde una barrera! Se
siente ahora más que nunca esa lejana época en donde para poder criticar la
actuación de un torero, había que analizar y conocer las condiciones de los
toros. Esos aficionados son los que ya no van más a la plaza, tristemente son
una especie en extinción… Hoy confunden genio con bravura, nobleza con
docilidad y temperamento con casta cuando en el toreo ninguna de estas
palabas son sinónimos… Ayer Federico Pizarro con 20 años de alternativa,
regresó por sus fueros con una faena a su primero de altos vuelos, con temple
desde el capote, toreando bien a la verónica y metiendo y enseñándole al toro
por donde debía de dirigir sus embestidas con la muleta. En la primera serie,
en un doblón, el toro que no era un perita en dulce le echó mano, dándole un
revolcón de miedo del que se levantó el torero sin verse la ropa, Había que
poderle al de De Haro y aguantarle, así lo hizo Federico imponiéndose al
bonito cárdeno con series de muletazos largos, templados y sentidos que de
inmediato calaron en el tendido; trazos llevando siempre bien toreado al
animal y dejándole la muleta en la cara para que no viera más que el engaño,
el toro rompió a bueno y sinceramente tengo que decirlo me sorprendió
gratamente Federico con ese toreo de entrega. Se fue por el acero y despachó
a su enemigo de una entera; la petición fue mayoritaria y el juez en turno le
otorgó la oreja, el público enardecido, quería el segundo apéndice el cual la
autoridad no concedió por lo que fue abroncado. Le llamaban ratero y mil
lindezas mas a Don Gilberto que estoicamente –raro en el- aguanto la bronca y
no soltó el segundo trofeo; un aficionado de barrera le gritó “juez hijo de
la chingada, si no apoyas a los toreros jóvenes que empiezan que fiesta nos
espera”. Ahora entienden por qué comento que tenemos la fiesta que como
aficionados merecemos, si vamos a una plaza y no sabemos qué Federico no es
un joven, que tiene 20 años de alternativa y que no empieza en esto, que este
era o es su último tren para verdaderamente figurar en nuestra fiesta,
entonces estamos jodidos… Alternaban con Federico, el torero de Michoacán,
Pepe López y Ricardo Rivera de Colombia, ambos con seis años de haber tomado
su alternativa. A López le toco lo malo del encierro y se le notó sin sitio,
obvio con tres corridas lidiadas en todo el año, estaba verdaderamente
complicado pedirle más. Regaló un séptimo toro el cual tuvo calidad en sus
embestidas aunque su presencia desentonó en relación a la de sus hermanos.
López decidido y entregado, brindó una faena con derechazos y redondos que
fueron jaleados por el público asistente, una faena con buenos muletazos, el
público estaba deseoso de verlo triunfar, tras muletazos en redondo por la
espalda, López se fue por la espada y cobró un estoconazo que hizo rodar sin
puntilla y espectacularmente al astado. Se solicitó la oreja que el juez
concedió, de nuevo solicitaron el segundo trofeo, el juez lo negó y en su
lugar mandó un inexplicable y exagerado arrastre lento a los restos mortales
del toro, el ganadero eufórico sobre el estribo dentro del callejón, aplaudía
a su toro como si hubiese sido este un dechado de bravura. López recorrió el
anillo entre aclamaciones y a nosotros nos seguía asaltando la duda. Si este
torero ya había indultado un toro en la México y no ha pasado nada en su
carrera, ¿Qué esperar con esta oreja? ¿Le abrirá camino en el interior de la
república o llegará a La México el próximo diciembre con la misma cantidad de
festejos que este año? Hoy en día cortar una oreja en la plaza más importante
de México ¿Qué repercusión tiene y tendrá en el interior? Le pudieron haber
dado el rabo a López o volver a indultar al toro, pero realmente y siendo
honestos, como Pepe hay 500 chavales iguales y con la camada que viene empujando
fuerte, ¿Esta oreja de que manera le servirá o impactará en su carrera? Es mi
deseo equivocarme y que López me callara la boca, pero… Ricardo Rivera
cerraba la tercia, en el de su confirmación estuvo bien en verónicas, con
pundonor intentó hacerle faena logrando pases de calidad, sin embargo no
terminó de agradar, con dudas y con falta de sitio. Su segundo infumable
malo, descastado, soso, un verdadero asco, mal matando escuchando dos avisos,
y en el de regalo con entrega, queriendo agradar y haciendo las cosas bien,
sin embargo el toro no se prestó al lucimiento para ser despedido con
aplausos. Otro torero que pasa sin pena ni gloria por el magno escenario. Así
las cosas en la cantina más grande de México, -perdonen ustedes- en la plaza
México, a la que asiste un público pachanguero y villamelón que no tiene ni
el mínimo conocimiento del toro; y un torero que quiere revivir viejas
glorias, con entrega y pundonor y al que hay que seguirle dando toros. Un
abrazo y suerte para todos. Porra México A.C. Eduardo Rodríguez Diez
Presidente “El toreo es el único arte fugaz que impacta de un solo golpe
todos tus sentidos y el único capaz también de llegarte con una sola imagen a
lo más profundo de tu corazón”"
Porra México A.C. Eduardo Rodríguez Diez Presidente “El toreo es el único arte fugaz que impacta de un solo golpe todos tus sentidos y el único capaz también de llegarte con una sola imagen a lo más profundo de tu corazón” |
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Información y Opinión Taurina de Venezuela para el Mundo, por el periodista y crítico taurino venezolano Víctor José López "EL VITO"
martes, 31 de diciembre de 2013
La Porra de México"De pena ajena… “
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