Información y Opinión Taurina de Venezuela para el Mundo, por el periodista y crítico taurino venezolano Víctor José López "EL VITO"
lunes, 3 de octubre de 2011
BARCELONA y la única verdad de su crimen
EL VITO
Los que reclaman “No a la violencia”, son extremadamente violentos. Así lo han demostrado en Valencia, Maracay, San Cristóbal y Caracas, habiendo sido repelidos, también con violencia, por aficionados y profesionales de los toros en Venezuela. Se trata de un nuevo tipo de terrorismo: el animalista. En Francia ya lo han sufrido algunas plazas y personajes tan señalados como Simón Casas, a través de cartas-bomba, o André Viard, con el incendio de su casa, y en España la propia tumba de Julio Robles, que fue profanada por unos individuos que acaba de detener la policía.
Al parecer la muerte de la Monumental de Barcelona será temporal, como murió de causa política se espera una resurrección política al salir los socialistas del poder y tomar las riendas de la nación ibérica los populares. Por lo menos es lo que se desprende de las declaraciones de Rajoy y compañía en medio del barullo provocado por la prohibición en el país catalán. Tanto que entre muchos medios importantes The New York Times envió a la Ciudad Condal a Raphael Minder, un avezado periodista que con la óptica muy norteamericana logró una imagen literalmente fuera de foco.
Centra el TNYT su atención en cifras, como es tradicional en el periodismo cuando el deseo es la contundencia en la información. Un estilo que no es exclusivo de los Estados Unidos, porque desde hace 50 años nos acostumbramos a la información de Fidel Castro, por ejemplo, recurrente a los números en su muy manida información y que pocos se atreven contradecir. Más por su desconocimiento de la más elemental aritmética que de la cruda realidad.
Volviendo al tema de la última corrida en Barcelona, donde la cifra de los 20 mil espectadores que cruzaron los torniquetes de la entrada a la plaza, es decir pagando su entrada, es la más significativa en criterio del periodista norteamericano y de quienes intentan subrayar que los toros sí incumben al ciudadano catalán.
Otros datos, por el contrario, sí son manipulados. Se refieren estas cifras a la concurrencia a las plazas, donde la asistencia en todas las plazas de España ha descendido en un tercio si se comparan a las cifras de 2007. Aquel año 2 millones 622 personas asistieron a las corridas de toros, en el 2011 Mil 724. Datos oficiales del Ministerio de Información y Turismo. Durante esos años de referencia, en Agosto, se demuestra un bajón del 50 por ciento. Hay que tomar en cuenta que ha sido Agosto de 2011 el período más crítico al acentuarse la intensidad de la crisis en Europa.
El presidente de la Unión de Criadores de Toros de Lidia, Carlos Núñez, considera que la cría del toro en España “ha crecido en una forma casi sin control”. Se refiere a los nuevos ganaderos, los del grupo del “ladrillo” como distinguen en España a quienes en el momento del auge de la Industria de la Construcción lograron acumular muchos millones de euros. Dinero que luego fue invertido en el campo bravo o en la representación de toreros en compañías y corporaciones, como una manera de distraer las obligaciones con el Impuesto Sobre la Renta. Agrega Carlos Núñez que este exceso de tener 367 ganaderías registradas en la Unión, un notable sobre abastecimiento, acerca al nuevo ganadero a la quiebra y por ello tantos hierros a la venta ahora en el mercado ganadero. “Muchos toros tendrán que quedarse en el campo”, señaló Leopoldo de la Maza, propietario de la ganadería del Conde de la Maza, “lo que en términos económicos es un verdadero desastre”.
El exceso en la oferta provoca los abaratamientos de los productos demandados. Para una plaza de primera, Madrid, Sevilla, Bilbao, un toro tiene un precio de 6 mil 500 euros; pero para una plaza de segunda, o de tercera, no llega a los 500 euros.
Como verán, se trata más bien de una situación económica derivada de la crisis de Europa, en la que España es uno de los protagonistas más lamentables, y de una cuestión más política que dé respuesta al movimiento del Animalismo Contemplativo que defiende los intereses de las transnacionales en el comercio de las mascotas en el mundo. Nos referimos a los alimentos para perros, gatos y aves, que son quienes manejan la situación contra la Fiesta de los Toros luego de fracasar en sus propósitos mediáticos en otras posiciones.
Aquí en Venezuela también existe un movimiento anti taurino, que llegó al chavismo por vías de la clausura de la plaza de toros de Caracas. Un movimiento que ahora propone la declaración de la ciudad antitaurina y que obedece a la estrategia del representante del animalismo, un argentino de nombre Leonardo Anselmi, a quien el periodista Francisco Aguado se refiere:
“El tal Anselmi, es peligroso. Con su imagen de santón del animalismo, de inocente y bonancible defensor de causas nobles, se mueve en las oscuridades de la política como una astuta comadreja. Porque así fue como intrigó incansable por los pasillos y los bajos fondos de la Generalitat de Cataluña… Es hábil el argentino, hay que reconocerlo, pues empieza colándose sigilosamente en el panorama social y periodístico, al parecer, con fuertes subvenciones externas -el portal Mundotoro ya apuntó hace tiempo a su relación con las multinacionales de alimentos para mascotas- para extenderse como un cáncer por los laberintos políticos y conseguir sus objetivos fatales. Una mezcla de infiltrado y agente secreto, un "James Bond" del veganismo y otros intereses ocultos al que, de momento, avala un triunfo contra los "malvados" tan sonoro como el conseguido en Cataluña”.
Andrés Calamaro, famoso roquero y defensor de la fiesta de los toros, recientemente en un programa de gran audiencia televisiva, dijo sentirse avergonzado de tener un compatriota como este.
Estos individuos que reclaman “No a la violencia”, son extremadamente violentos. Así lo han demostrado en Valencia, Maracay, San Cristóbal y Caracas, habiendo sido repelidos, también con violencia, por aficionados y profesionales de los toros en Venezuela. Se trata de un nuevo tipo de terrorismo: el animalista. En Francia ya lo han sufrido algunas plazas y personajes tan señalados como Simón Casas, a través de cartas-bomba, o André Viard, con el incendio de su casa, y en España la propia tumba de Julio Robles, que fue profanada por unos individuos que acaba de detener la policía.
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